miércoles 23 de julio de 2025 - Edición Nº386

Actualidad | 17 mar 2025

Contaminación en el Río Rímac: Sedapal admite vertimiento de aguas tóxicas

Un fenómeno alarmante en el Río Rímac, con aguas rojizas, revela graves problemas de contaminación por parte de Sedapal. Las autoridades sanitarias y ambientales han intervenido ante la amenaza para la salud pública y el medio ambiente.


El Río Rímac, una de las principales fuentes de agua para Lima, enfrenta una grave crisis ambiental. A inicios de febrero de 2025, el río apareció con una inusual coloración rojiza, lo que generó preocupación en los ciudadanos y la atención de las autoridades. Inicialmente, la empresa Sedapal negó cualquier vínculo con el evento y sugirió que el fenómeno podría ser puntual, relacionado con desechos de ladrilleras o huaicos en la zona. Sin embargo, investigaciones posteriores desmintieron esta versión.

La Unidad de Investigación de Latina Noticias accedió a informes oficiales de la Autoridad Nacional del Agua (ANA) y el Organismo de Evaluación y Fiscalización Ambiental (OEFA) que revelaron que Sedapal vertió aguas contaminadas a través de su colector Cerro Candela. Estos vertimientos, que comenzaron en octubre del año pasado, contenían metales pesados como cromo, plomo, manganeso, aceites, grasas y coliformes. La concentración de coliformes excedió en 24 millones % los límites permitidos, lo que representa un riesgo significativo para la salud pública.

La Defensoría del Pueblo anunció que tomará medidas legales y convocará a las autoridades para abordar la crisis. Sedapal admitió la contaminación y explicó que la responsabilidad recayó sobre una empresa textil, que fue denunciada por delitos ambientales. A pesar de los vertimientos, la empresa aseguró que el suministro de agua potable no se vio interrumpido y que los estándares de calidad fueron mantenidos.

Sin embargo, las implicancias de este caso son profundas. El río Rímac abastece de agua a más de 244,000 personas en las zonas aledañas y tiene un impacto directo en la agricultura y el suministro eléctrico de Lima, pues en su cuenca operan varias centrales hidroeléctricas. Los metales pesados y la alta concentración de coliformes representan un riesgo tanto para la salud de los limeños como para la operatividad de las plantas de energía.

A medida que se desarrollan las investigaciones, la preocupación sobre el futuro del Río Rímac crece, especialmente por las consecuencias que este evento podría tener en la vida de miles de personas que dependen de sus aguas.

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