En un suceso alarmante ocurrido el 17 de marzo, durante el velatorio del cantante Paul Flores de la famosa orquesta Armonía 10, el reconocido productor musical Edwin Guerrero, propietario de la exitosa orquesta Corazón Serrano, fue blanco de amenazas de muerte. Guerrero recibió un mensaje intimidante en su celular de desconocidos, quienes, de manera directa, le advirtieron: “Mira lo que te va a pasar”. Las amenazas no solo fueron dirigidas a Guerrero, sino también a otro miembro de la orquesta, Walter, quien, según los atacantes, correrá el mismo destino si no se alinea con su postura.
La tensión aumentó cuando el audio de las amenazas fue compartido entre los asistentes al velorio, lo que desató comentarios intimidantes. Algunos de ellos aseguraron que “ahí se creen machitos, pero cuando están frente a nosotros, muestran miedo”. La situación en el velatorio reflejó el clima de inseguridad y violencia que afecta no solo a los músicos, sino también a los miembros de sus equipos.

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La creciente inseguridad en el ámbito de la música de cumbia
Este hecho subraya un problema creciente dentro del mundo de las orquestas de cumbia y la música popular en Perú. Edwin Guerrero no es el único que ha sido víctima de extorsiones y amenazas. En una entrevista con Magaly TV La Firme, Guerrero reveló que tanto él como varios de sus colegas enfrentan constantes amenazas, y vive con el temor constante de que algo le pueda suceder a él o a su familia.
“No es solo una amenaza, es un sufrimiento constante, nos vienen amenazando con nuestros hijos, mandándonos fotos de los carros, de nuestros padres, en cada ciudad. Imagínate salir con chaleco antibalas”, comentó Guerrero, visiblemente preocupado. Esta situación pone en evidencia la violencia y extorsión que ha comenzado a tomar fuerza dentro de la industria musical, afectando la tranquilidad de artistas y productores.
Unión ante la violencia
Guerrero también destacó que muchos en la industria musical, aunque antes se habían mantenido callados, ahora se están uniendo para luchar contra estas extorsiones. Según él, este problema no es aislado, y los músicos de todo el país están siendo atacados por delincuentes que buscan intimidarlos y extorsionarlos. En este sentido, Guerrero hizo un llamado urgente a las autoridades para que tomen medidas efectivas de protección hacia los músicos y su entorno familiar.
A pesar de las amenazas y el miedo, el productor destacó la importancia de la unidad dentro de la industria, para exigir justicia y respuestas ante la creciente ola de violencia. “Nos vamos a unir todos”, afirmó Guerrero, mostrando que la solidaridad y la lucha colectiva son esenciales para enfrentar el grave problema de inseguridad que afecta a la música popular.
El contexto de violencia en el sector musical
La violencia que rodea al mundo de la cumbia y otras orquestas populares no es un fenómeno nuevo. Sin embargo, la reciente muerte de Paul Flores, a los 39 años, ha intensificado el clima de inseguridad en el que operan los músicos. La situación de extorsión y amenazas ha generado preocupación, no solo en los músicos, sino también en sus familias, quienes constantemente se sienten vulnerables ante el peligro.
El caso de Guerrero y las amenazas que ha recibido resaltan la necesidad urgente de que las autoridades tomen cartas en el asunto para garantizar la seguridad de los músicos y sus seres queridos.