Este mes, la NASA lanzará la misión EZIE (Electrojet Zeeman Imaging Explorer), una innovadora misión científica destinada a estudiar las corrientes eléctricas que fluyen sobre los polos cuando las auroras iluminan el cielo. Estos fenómenos naturales, aunque fascinantes, pueden generar enormes corrientes eléctricas que alteran el campo magnético de la Tierra, causando graves efectos como cortes de energía eléctrica y alteraciones en las comunicaciones satelitales.
El objetivo de EZIE es comprender mejor cómo las corrientes eléctricas en chorro de las auroras pueden influir en el clima espacial y proporcionar información crucial para mitigar los efectos de estos fenómenos, que también pueden poner en riesgo a los astronautas en el espacio.
La misión EZIE estará compuesta por tres satélites CubeSat de pequeñas dimensiones, aproximadamente del tamaño de una maleta de mano, que estarán ubicados a 550 km de altitud. Los satélites seguirán una formación conocida como "collar de perlas", lo que les permitirá medir las corrientes eléctricas con intervalos de entre dos y diez minutos entre cada medición.
Estos satélites están equipados con magnetómetros de microondas, que usarán una técnica llamada efecto Zeeman, la cual permite analizar el campo magnético generado por estas corrientes. Este método permitirá cartografiar con mayor precisión las regiones de la atmósfera que son difíciles de estudiar con otros instrumentos, brindando una visión más detallada de los efectos de las auroras.
Sam Yee, investigador principal de la misión, explicó que esta técnica de medición a gran altitud es fundamental para estudiar las interacciones entre el viento solar y la atmósfera de la Tierra. "La utilización de la técnica de Zeeman para cartografiar de manera remota los campos magnéticos inducidos por las corrientes es un enfoque realmente innovador", destacó Yee.
Uno de los mayores logros de la misión EZIE será su contribución a una mayor comprensión de la conexión Tierra-Sol, lo cual tiene implicaciones cruciales para la meteorología espacial. Los resultados permitirán a la NASA mejorar las predicciones de condiciones peligrosas como tormentas solares que podrían dañar satélites, afectar a astronautas o causar fallas en los sistemas eléctricos de la Tierra.
Como parte de esta misión innovadora, la NASA también ha involucrado a científicos ciudadanos en el proceso de investigación. A través de la distribución de kits de magnetómetros EZIE-Mag, estudiantes de Estados Unidos y voluntarios de todo el mundo podrán colaborar observando las corrientes magnéticas desde la Tierra y comparando sus hallazgos con los datos obtenidos por los satélites EZIE.
EZIE también trabajará en colaboración con otras misiones heliofísicas de la NASA, como el Polarímetro para Unificar la Corona y la Heliosfera (PUNCH), que fue lanzado recientemente para estudiar cómo el material en la atmósfera exterior del Sol se convierte en el viento solar.
El lanzamiento de EZIE está programado para este mes a bordo de un cohete Falcon 9 de SpaceX desde la Base de la Fuerza Espacial Vandenberg en California. EZIE formará parte del programa de viaje compartido Transporter-13, lo que optimizará tanto los costos como los recursos. El lanzamiento coincide con el máximo solar, un período de alta actividad en el ciclo solar de 11 años, lo que permitirá una recolección de datos más abundante sobre las interacciones entre el viento solar y las corrientes eléctricas.