En una nueva escalada del conflicto, Rusia ha lanzado un masivo ataque con drones sobre Ucrania, alcanzando dos hospitales en la región de Sumi y la infraestructura energética de la empresa nacional ferroviaria en Dnipropetrovsk. Afortunadamente, las autoridades ucranianas informaron que los pacientes fueron trasladados a refugios antiaéreos y no se registraron heridos en los hospitales afectados.

Por su parte, Ucrania también sufrió daños en la infraestructura energética de Sloviansk, en la región de Donetsk, donde se libran algunas de las batallas más intensas del conflicto.

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Zelenski acusa a Putin de no respetar su palabra
El presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, no tardó en reaccionar y denunció que Putin no tiene intención de terminar la guerra, ya que continúa atacando infraestructuras civiles a pesar de la propuesta de alto el fuego que EE.UU. sugirió. Zelenski reiteró que Ucrania no reconocerá territorios ocupados por Rusia, incluyendo la península de Crimea, anexionada en 2014. En sus declaraciones, Zelenski pidió una mayor presión internacional sobre Rusia para forzarla a cesar la guerra.

Ataque masivo con drones
Según la Fuerza Aérea ucraniana, Rusia lanzó 145 drones durante la noche, incluyendo drones kamikaze y otros sin carga para confundir las defensas ucranianas. De estos, 72 drones fueron derribados por las fuerzas ucranianas. Este ataque se produjo poco después de que Putin propusiera una tregua parcial de 30 días, donde ambos países cesarían los ataques aéreos a infraestructuras críticas, como el sector energético.

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El Kremlin responde a los ataques ucranianos
El Kremlin reaccionó a los recientes ataques ucranianos, señalando que la suspensión de ataques contra la infraestructura energética ucraniana sigue en vigor, a pesar de los bombardeos continuos de Kiev a instalaciones rusas, como el ataque a un depósito de petróleo en Krasnodar. Dmitri Peskov, portavoz de la presidencia rusa, defendió la orden de Putin y aseguró que las fuerzas rusas derribaron siete drones ucranianos dirigidos a instalaciones rusas.

A medida que la guerra avanza, la presión internacional sobre ambos países sigue creciendo, mientras Ucrania y Rusia continúan intercambiando ataques con devastadoras consecuencias sobre infraestructuras civiles y energéticas.