

El Ejército Popular de Liberación de China (EPL) anunció este miércoles el final de las maniobras militares en torno a Taiwán, que incluyeron ejercicios con fuego real en el mar de China Oriental. Según un comunicado del Comando del Teatro Oriental de Operaciones, las tropas completaron todas las tareas asignadas entre el 1 y el 2 de abril durante los ejercicios denominados ‘Strait-Thunder 2025A’.
El portavoz del Comando, coronel Shi Yi, indicó que los ejercicios probaron de manera efectiva las capacidades del EPL para llevar a cabo operaciones conjuntas y aseguró que las fuerzas del Teatro mantendrán un alto nivel de alerta. Shi agregó que el EPL actuará “con firmeza” contra cualquier actividad separatista que busque la independencia de Taiwán.
Los ejercicios incluyeron bloqueos navales, ataques de precisión contra instalaciones clave y lanzamientos de proyectiles en una zona cerrada del mar de China Oriental, a unos 400 kilómetros de la isla de Taiwán. Durante el segundo día, las autoridades taiwanesas informaron la presencia de 36 aeronaves, 13 barcos militares y 10 buques de la Guardia Costera china en las inmediaciones del territorio isleño. Estas cifras muestran una disminución respecto al primer día de las maniobras, cuando se detectaron 76 aviones y 15 navíos de guerra cercanos a Taiwán.
El gobierno de Taiwán calificó los ejercicios de provocadores e irresponsables, acusando al EPL de tratar los conflictos como un “juego de niños”. En respuesta, el gobierno chino atribuyó la creciente tensión a las “fuerzas separatistas” y la “interferencia extranjera”, aludiendo a Estados Unidos y la Unión Europea.
Esta escalada de tensiones ocurrió tras declaraciones del presidente taiwanés, William Lai, quien ha sido criticado por Pekín como un “independentista”. Lai, quien recientemente calificó a China como una “fuerza externa hostil”, también anunció nuevas iniciativas para contrarrestar las operaciones de infiltración de Pekín contra la isla.
Taiwán, que se gobierna de manera autónoma desde 1949 bajo el nombre de República de China, mantiene un sistema político y económico diferente al de la República Popular China. A pesar de su independencia de facto, Pekín siempre ha considerado a Taiwán como una parte integral de su territorio, y no ha descartado el uso de la fuerza para concretar la “reunificación” de la isla con el continente, un objetivo central para el presidente chino Xi Jinping.
El creciente clima de tensión en el estrecho de Taiwán refleja la difícil situación geopolítica entre ambos territorios, con implicaciones significativas para la seguridad y estabilidad de la región.