

Birmania (Myanmar) enfrenta una grave crisis sanitaria tras el terremoto de magnitud 7,7 ocurrido el pasado viernes. La jefa adjunta de la Organización Mundial de la Salud (OMS) en el país, Elene Vuolo, alertó sobre el alto riesgo de brotes de cólera debido a los daños sufridos en el sistema de saneamiento y la escasez de agua potable. La situación se agrava con la llegada del verano, cuyas altas temperaturas de hasta 42 grados y la falta de lluvias aumentan el riesgo de propagación de enfermedades transmitidas por agua contaminada.
El cólera es una enfermedad bacteriana que se manifiesta con diarrea y deshidratación, y suele producirse en lugares donde hay sistemas de saneamiento deficientes y un acceso limitado al agua potable. La OMS ya tuvo que intervenir el año pasado, en octubre, debido a un brote de cólera en la región de Mandalay, que es una de las zonas más afectadas por el terremoto.
El seísmo y las réplicas, algunas de hasta 6,4 de magnitud, han dejado una tragedia en el centro-norte de Birmania, con más de 3.000 muertos y unas 9.000 personas sin hogar. Vuolo destacó la necesidad urgente de más ayuda humanitaria, ya que los insumos y medicamentos enviados hasta ahora por la OMS son solo una gota en el océano en comparación con la magnitud del desastre.
Falta de recursos y efectos del cambio político en EE.UU.
La situación es aún más difícil para la OMS debido a los recortes de recursos tras la salida de Estados Unidos del organismo, lo que ha reducido significativamente la ayuda disponible para países como Birmania. Vuolo explicó que el objetivo inicial de la OMS de asistir a 12,9 millones de personas con necesidades sanitarias en Birmania tuvo que ser reducido a 8 millones a raíz de estos recortes.
A pesar de la enorme destrucción, con 3 hospitales destruidos y 22 dañados, la OMS sigue trabajando en la emergencia sanitaria, mientras las autoridades locales luchan por asistir a los afectados. Sin embargo, la situación sigue siendo grave, y las réplicas sísmicas continúan generando miedo en la población, lo que ha llevado a muchas personas a huir a zonas rurales donde los servicios de salud son aún más limitados.
La OMS pide ayuda urgente
El informe inicial de la OMS señaló que más de 7,3 millones de personas se encuentran afectadas por el terremoto. La agencia de la ONU ha solicitado una ayuda de 8 millones de dólares para poder continuar con las labores de recuperación y asistencia a las víctimas. Las acciones incluyen el envío de suministros médicos, agua potable y apoyo a la infraestructura sanitaria para contener posibles brotes de cólera y otras enfermedades.