

Sistemas de Armas Unificada (UWS), una empresa estadounidense, ha demandado a la Fábrica de Armas y Municiones del Ejército (FAME) de Perú por la supuesta copia ilegal de componentes clave de sus fusiles ARAD 5, los cuales están protegidos por patentes en el país. Según el director ejecutivo de UWS, Michael Christoper Bingham, la compañía no solo exige una indemnización de más de 50 millones de dólares, sino también la incautación de los fusiles que actualmente se utilizan en operaciones militares contra la criminalidad.
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UWS ha presentado dos denuncias ante Indecopi y una ante la Corte peruana. Bingham declaró que la empresa busca proteger sus derechos de propiedad intelectual, pidiendo que se inmovilicen y confisquen las armas fabricadas por FAME que, según UWS, están utilizando su diseño y tecnología. "Es un diseño robado, y estamos solicitando que se cumpla con la ley de propiedad intelectual", afirmó Bingham.
El conflicto se originó tras la ruptura de la alianza entre FAME y UWS en 2022. Según UWS, durante la colaboración, proporcionaron tecnología y equipamiento a FAME para que esta pudiera ensamblar fusiles ARAD en Perú. Sin embargo, FAME argumentó que UWS no cumplió con la capacitación de su personal en Estados Unidos, lo que llevó a la ruptura del acuerdo.
El escándalo se intensificó después de que imágenes de una reunión sospechosa entre el empresario Jorge Garboza Amad, el gerente comercial de FAME, Paulo Zevallos, y el contratista Diego Alfaro Di Natale, fueran divulgadas. En dicho encuentro, se habría discutido sobre el uso y venta de fusiles falsificados.
FAME ha negado las acusaciones, argumentando que no diseñaron ni fabricaron las piezas de los fusiles ARAD 5 y 7, y que los diseños de estos fusiles pertenecen a la empresa IWI, de Israel. Además, FAME ha destacado que todos sus productos están debidamente patentados y que se rigen por el respeto a la propiedad intelectual.
La denuncia de UWS también menciona la relación entre FAME e IWI, la cual resultó en contratos millonarios con el Estado peruano: uno por 27 millones de dólares con el Ejército y otro por 19 millones con el Ministerio del Interior. Ambos acuerdos fueron firmados durante la gestión de la presidenta Dina Boluarte.
Los contratos están siendo investigados por la Contraloría debido a presuntas irregularidades en su adjudicación.
UWS también ha solicitado una medida cautelar que exija la incautación de los fusiles para evitar su comercialización. Según Bingham, no hay duda de que FAME ha copiado los fusiles ARAD 5, y por ello, se busca una reparación civil que superaría los 50 millones de dólares.
Este enfrentamiento legal ha generado un gran debate sobre la propiedad intelectual en la industria militar y la gestión pública de contratos de defensa en Perú. La Fábrica de Armas y Municiones del Ejército sigue defendiendo su inocencia, mientras que la empresa estadounidense continúa exigiendo justicia en los tribunales.