

Japón y la OTAN han reforzado su cooperación en defensa en respuesta a los desafíos globales presentados por China y Rusia. Durante su visita a Tokio, el secretario general de la OTAN, Mark Rutte, y el primer ministro japonés, Shigeru Ishiba, acordaron estrechar la colaboración en áreas clave como la ciberdefensa, la seguridad marítima y el desarrollo de tecnologías avanzadas de doble uso.
Rutte destacó que esta colaboración es crucial ante el “giro en la situación de la seguridad” que afecta tanto a Europa como al Indopacífico. En particular, mencionó que Rusia sigue con su guerra en Ucrania y sus esfuerzos por remodelar la seguridad europea, mientras que China avanza en su agenda de militarización, buscando controlar tecnologías clave y cadenas de suministro globales. Además, señaló las actividades desestabilizadoras de Pekín en la región del Indopacífico.
El acuerdo también apunta a fortalecer las capacidades de defensa de Japón, que ha comenzado a incrementar su gasto militar significativamente, con el objetivo de alcanzar cerca del 2% del PIB, un objetivo común de los países miembros de la OTAN.
Rutte elogió la contribución de Japón en la asistencia a Ucrania, destacando su rol como un “socio valioso” de la OTAN. A través de este fortalecimiento de la cooperación, la alianza busca no solo contrarrestar las ambiciones de China y Rusia, sino también abordar los desafíos de seguridad globales de forma más conjunta.
Ishiba agradeció la mayor involucración de la OTAN en la región del Indopacífico, subrayando que la seguridad de esta zona está estrechamente vinculada con la seguridad en el Atlántico. Además, mencionó que Japón está interesado en unirse al comando conjunto de la OTAN, que coordina el entrenamiento militar y material destinado a Ucrania, en particular el NSATU, ubicado en la base de Wiesbaden (Alemania).
Esta es la primera visita de Rutte a Japón desde que asumió el cargo en octubre de 2024, y se produce en un contexto de creciente cooperación en defensa, impulsada por la invasión rusa de Ucrania. Rutte también mantuvo reuniones con el ministro de Defensa nipón, Gen Nakatani, y visitó instalaciones clave como la base naval estadounidense de Yokosuka y la planta de Mitsubishi en Japón.
Con este acuerdo, Japón y la OTAN no solo avanzan en la defensa conjunta, sino que también consolidan su respuesta a los desafíos de seguridad global, mientras mantienen una vigilancia constante ante las amenazas de China y Rusia.