

El Megapuerto de Chancay, una de las obras de infraestructura más ambiciosas del país, ha sido señalado por el Indecopi como un espacio donde no existen condiciones de competencia efectiva. Así lo determinó un informe elaborado por la Comisión de Defensa de la Libre Competencia (CLC), tras un análisis técnico solicitado por el Organismo Supervisor de la Inversión en Infraestructura de Transporte de Uso Público (Ositrán).
La evaluación, realizada por la Dirección Nacional de Investigación y Promoción de la Libre Competencia, identificó cuatro mercados relevantes en el nuevo Terminal Portuario Multipropósito de Chancay (TPMCH), entre ellos el servicio general de embarque y descarga de contenedores, amarre y desamarre de naves, y servicios combinados con manipulación de contenedores vacíos o en transbordo.
El informe se elaboró tras entrevistas con importadores, exportadores, operadores portuarios y líneas navieras, así como el levantamiento de información de entidades como el Ministerio de Transportes y Comunicaciones (MTC), la Autoridad Portuaria Nacional (APN) y autoridades locales de Huaral y Chancay.
Al determinarse que no hay competencia suficiente, el Ositrán tendría la potestad de regular las tarifas que se cobren en el puerto de Chancay. Inicialmente, estas serían equiparables a las del Puerto del Callao, considerando variables como el tipo de carga, destino y volumen.
Este tipo de regulación busca evitar prácticas monopólicas y garantizar precios justos para los usuarios del puerto, que está construido sobre terrenos privados y no opera bajo el esquema de concesión estatal, a diferencia de otros terminales peruanos.
La empresa Cosco Shipping, operadora del terminal, fue señalada por ofrecer tarifas hasta 10% más bajas que las de sus competidores en el Callao, según reveló un informe de Infobae Perú en 2023. Esto fue interpretado como el inicio de una guerra comercial, en un contexto global donde China enfrenta una debilitada posición estratégica frente a EE.UU.
Durante el evento “Relación Perú-China: Oportunidad de desarrollo”, el gerente general adjunto de Cosco, Carlos Tejada, defendió las tarifas ofrecidas como altamente competitivas.
El Megapuerto de Chancay, desarrollado con inversión china, se posiciona como un punto estratégico en el comercio marítimo entre Perú y Asia, especialmente con Shanghái. En su fase de “marcha blanca”, que se extenderá hasta mayo de 2025, se espera el arribo de dos buques semanales desde China.
Entre los servicios que ofrecerá están: practicaje, remolcaje, amarre, transporte de mercancías y personas, almacenamiento, suministro de combustible y gestión de residuos.
El ingreso del puerto de Chancay al mercado ha generado preocupación entre los operadores del Puerto del Callao, donde operan gigantes como DP World (muelle sur) y APM Terminals (muelle norte). La Asociación Peruana de Operadores Portuarios (Asppor) ha señalado que, a largo plazo, Chancay podría actuar como un “regulador natural de precios”, pero solo si alcanza al menos el 70% de su capacidad de carga.
Hasta entonces, la intervención del Indecopi y la regulación tarifaria del Ositrán serán clave para evitar que un monopolio privado controle el mercado portuario.