domingo 11 de mayo de 2025 - Edición Nº313

Mundo | 16 abr 2025

Talibanes imponen uniforme religioso obligatorio a estudiantes varones en Kabul

Con el inicio del nuevo año escolar, alumnos de secundaria en la capital afgana denuncian que deben asistir a clases con túnica tradicional y turbante, como parte del nuevo código de vestimenta no oficial, impulsado por el régimen talibán. Padres temen un nuevo retroceso en derechos.


El nuevo año académico en Afganistán comenzó con una polémica que refleja el endurecimiento del régimen talibán: los estudiantes varones ahora están obligados a asistir a clases con túnica blanca (‘shalwar kameez’) y turbante, en línea con una interpretación conservadora de la ley islámica promovida por el gobierno de facto.

Aunque no hay una declaración oficial del Ministerio de Educación talibán, varios estudiantes confirmaron a la agencia EFE que la nueva norma ya se está aplicando en colegios de Kabul, especialmente en secundaria.

“Nos dijeron que teníamos que usar un ‘shalwar kameez’ blanco y un turbante para poder entrar a clases”, relató Ahmad Ramin, alumno de secundaria.

La medida no solo ha sorprendido a los jóvenes, sino también ha generado malestar entre las familias, quienes ven cómo se reducen las libertades personales bajo un sistema educativo cada vez más ideologizado.


Uniforme religioso según el grado escolar

El código de vestimenta varía por nivel educativo:

  • Estudiantes de décimo grado (15-17 años): deben usar túnica blanca y turbante.

  • Grados inferiores: deben vestir ropa azul, también tradicional, y cubrirse la cabeza.

Ali Ahmad, alumno de noveno grado, indicó que aunque aún no todos cumplen con la norma, los directores escolares han sido firmes en su aplicación.


Más allá del uniforme: control social

El uso obligatorio de ropa tradicional masculina y turbantes es común entre estudiantes de seminarios religiosos y hombres mayores en zonas rurales. Para muchos, esto representa no solo una uniformidad estética, sino también una imposición ideológica, acorde a la visión de los talibanes sobre el rol de género y la moral pública.

“Se trata de moldear el pensamiento desde la imagen”, afirman especialistas en derechos humanos.


Un retroceso a nivel educativo y cultural

Antes del regreso de los talibanes al poder en 2021, el gobierno republicano permitía una política flexible de uniformes escolares, que consideraba las diferencias entre zonas urbanas y rurales.

“No se obligaba a nadie. Las escuelas podían adaptar los uniformes según la cultura local”, explicó Ghulam Jelani Hamayoun, exviceministro de Educación.

Las niñas, hoy vetadas de la secundaria, usaban uniformes con vestido largo y pañuelo, pero podían estudiar hasta completar su formación. Esa realidad cambió drásticamente.


Represión en aumento: barbas, peinados y arrestos

Esta nueva imposición se suma a una larga lista de restricciones impuestas por los talibanes. La semana pasada, un informe de la Misión de Asistencia de la ONU en Afganistán (UNAMA) documentó casos de detenciones arbitrarias por no cumplir normas religiosas.

Entre las razones:

  • Barbas demasiado cortas

  • Peinados considerados inapropiados

  • Infracciones a la ley de “Propagación de la Virtud y Prevención del Vicio”


Una sociedad bajo vigilancia

La imposición de códigos de vestimenta, tanto para hombres como mujeres, no es un hecho aislado. Forma parte de una estrategia integral de control social, centrada en la vigilancia de la conducta, la apariencia y el pensamiento, y que ha llevado a Afganistán a uno de sus mayores retrocesos en libertades civiles en las últimas décadas.

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