

La muerte del papa Francisco a los 88 años ha generado una ola de conmoción global y, en el Perú, un fuerte eco de respeto. La presidenta Dina Boluarte ha anunciado que el país declarará tres días de duelo nacional, según confirmó el nuncio apostólico Paolo Rocco. La medida regirá desde el lunes 22 hasta el miércoles 24 de abril, como un homenaje institucional al legado del pontífice argentino.
“Si recuerdo bien, me ha dicho que van a declarar tres días. Esperamos la declaración oficial del Gobierno”, afirmó el representante del Vaticano ante la prensa.
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El duelo nacional es una medida oficial adoptada por los Estados para expresar un sentimiento colectivo de pérdida frente a acontecimientos que conmueven profundamente a la sociedad, como el fallecimiento de una figura histórica o espiritual. En este caso, la decisión refleja el impacto espiritual y social que Francisco tuvo a nivel mundial y, en particular, en Latinoamérica.
A pesar de la solemnidad del anuncio, los días de duelo nacional no implicarán suspensión de labores. Es decir, no serán feriados. Las actividades laborales, educativas y comerciales continuarán con normalidad, salvo disposición contraria del Ejecutivo, lo cual no ha sido especificado.
Durante estos días, las banderas nacionales se izarán a media asta como señal de luto colectivo. También se espera que instituciones públicas y religiosas realicen actos conmemorativos, minutos de silencio u ofrendas simbólicas.
En un acto protocolar cargado de emoción, la presidenta Dina Boluarte, junto al primer ministro Gustavo Adrianzén y el canciller Elmer Schialer, firmaron el libro de condolencias en la Nunciatura Apostólica, ubicada en el distrito limeño de Jesús María.
“El Gobierno y el pueblo peruano sentimos el vacío y gran tristeza. Que en paz descanse y de Dios goce”, escribió Boluarte.
El canciller Schialer, visiblemente conmovido, expresó su dolor en nombre de su familia:
“¡Que Dios lo tenga en su gloria! ¡Aleluya!”
La muerte de Francisco marca el fin de un pontificado histórico, caracterizado por su defensa de la justicia social, el diálogo interreligioso y la cercanía con los más vulnerables. Ahora, todas las miradas se centran en el Cónclave, el solemne proceso en el que los cardenales menores de 80 años se reunirán en secreto para elegir al nuevo Papa.
Entre los nombres más mencionados como posibles sucesores destacan:
Pietro Parolin (Italia): actual Secretario de Estado del Vaticano, con amplia experiencia diplomática.
Luis Antonio Tagle (Filipinas): carismático, progresista y defensor de una Iglesia abierta.
Matteo Zuppi (Italia): aliado de Francisco, cercano a comunidades LGBTQ+ y mediador de conflictos.
Robert Francis Prevost (EE.UU.): con fuerte conexión con Perú, donde fue obispo de Chiclayo.
También suenan nombres como Pierbattista Pizzaballa (Italia), Jean-Claude Hollerich (Luxemburgo), Timothy Dolan (EE.UU.) y Charles Maung Bo (Myanmar), entre otros.
El papa Francisco, primer pontífice latinoamericano y jesuita, deja una huella indeleble en la historia de la Iglesia Católica. Su liderazgo fue disruptivo y humano, promoviendo una fe inclusiva y una Iglesia más cercana a los marginados. El Perú, un país de mayoría católica, se une al duelo internacional desde el respeto, la gratitud y la oración colectiva.