

En un contundente operativo realizado en la madrugada del sábado, la Policía Nacional del Perú (PNP) desmanteló un presunto centro de operaciones delictivas en el distrito de San Martín de Porres, al norte de Lima. La intervención, que tuvo lugar en el bar Osiris, resultó en la detención de 39 personas, de las cuales varias son de nacionalidad peruana y venezolana, quienes se encuentran involucradas en actividades ilícitas, como extorsiones, sicariato y microtráfico.
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El operativo fue dirigido por la Dirección de Investigación Criminal (Dirincri), con el apoyo de la Brigada Especial contra el Crimen Organizado (SJL), el Grupo Especial contra el Crimen Organizado (Grecco) y la Dirección de Operaciones Especiales (Diroes). Gracias a un exhaustivo trabajo de inteligencia, los agentes identificaron el bar como un presunto “búnker” delictivo, un punto de encuentro utilizado por diversas organizaciones criminales.
El resultado del operativo fue alarmante: 18 hombres fueron arrestados, 16 de ellos peruanos y 2 venezolanos, mientras que también fueron detenidas 21 mujeres, de las cuales 8 son peruanas y 13 venezolanas. Durante el registro del local, los agentes hallaron dos armas de fuego, 84 paquetes de pasta básica de cocaína (PBC), y otros objetos que refuerzan las sospechas sobre la existencia de microtráfico en el establecimiento.
Lo más inquietante de la operación fue el hallazgo de una menor de edad en el local. La joven, quien inicialmente intentó ocultar su edad, finalmente confesó ser de tan solo 15 años. Las autoridades están realizando una investigación especial para determinar su vinculación con el lugar y las actividades ilícitas.
Además de las armas y la droga, los oficiales encontraron indicios que podrían estar relacionados con la explotación sexual y el favorecimiento a la prostitución. La elevada presencia de mujeres en el local será evaluada durante las investigaciones.
El coronel Javier Suárez, jefe de la brigada especial, destacó que el bar Osiris no solo servía como un punto de reunión de delincuentes, sino que también actuaba como un centro de planificación para acciones criminales de mayor envergadura. La intervención evidenció que el local estaba siendo utilizado para coordinar extorsiones y asesinatos por encargo, dos de los delitos más graves que afectan a la seguridad pública en el país.
En conferencia de prensa, el coronel Suárez enfatizó la importancia de seguir combatiendo el crimen organizado en Lima y el país, destacando que estos operativos son clave para desarticular las organizaciones criminales que operan desde establecimientos clandestinos como bares y otros centros de reuniones.
Los 39 detenidos fueron trasladados a la sede de la Brigada Especial contra el Crimen Organizado en San Juan de Lurigancho, donde se iniciaron las diligencias correspondientes. El Ministerio Público asumirá la investigación del caso, que incluye delitos de tenencia ilegal de armas, microtráfico de drogas y explotación sexual.
La intervención en Osiris también ha revelado las complejas redes de sicariato y extorsión que operan en Lima, abriendo nuevas líneas de investigación para desmantelar las estructuras delictivas que se esconden en estos “búnkeres” criminales.
Con este operativo, la PNP demuestra una vez más su compromiso con la seguridad ciudadana y la lucha contra el crimen organizado, trabajando para erradicar estas redes delictivas que operan en la capital.