

Desde hoy, los 133 cardenales electores están reunidos en la Capilla Sixtina del Vaticano para comenzar el cónclave que elegirá al 267º Sumo Pontífice de la Iglesia Católica. Este evento marca el inicio del proceso para definir al sucesor del Papa Francisco, en lo que ya se perfila como el cónclave más reservado y vigilado de la historia moderna.
Los cardenales ingresaron en procesión solemne a la Capilla Sixtina, precedidos por cantos litúrgicos y oración. El cardenal Pietro Parolín, secretario de Estado vaticano, declaró antes del encierro ritual: "Entramos ahora en el cónclave para elegir al Santo Pontífice."
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El acceso a la Capilla Sixtina, donde se realizarán las votaciones secretas, se efectúa a través de la Sala Regia, una imponente galería que la separa de la Capilla Paulina, ubicada en la primera planta del Palacio Apostólico. Por esta vía desfilan uno a uno los purpurados de todos los continentes, cumpliendo con la tradición que antecede al encierro canónico.
Durante el cónclave, los cardenales se ubicarán según su jerarquía: primero los cardenales obispos (5), luego los presbíteros (108) y finalmente los diáconos (20). Esta misma división se respeta en las papeletas de voto, reflejando el orden y la estructura del Colegio Cardenalicio.
La mirada del mundo está puesta sobre el Vaticano, donde se definirá el futuro espiritual, político y pastoral de más de 1.300 millones de fieles.