

Perú fue reconocido con la Medalla de Oro en el Salón Internacional de Invenciones de Ginebra 2025, gracias a un innovador sistema de diagnóstico ocular desarrollado por científicos de la Pontificia Universidad Católica del Perú (PUCP). Este avance, que marca un hito en la medicina latinoamericana, fue el único proyecto regional entre más de mil propuestas internacionales.
Los creadores de esta tecnología de vanguardia son Fernando Zvietcovich y Etsel Suárez, docentes e investigadores de la sección de Bioingeniería de la PUCP, quienes lideran un equipo que ha revolucionado el diagnóstico de enfermedades visuales complejas como el glaucoma normotensivo y el queratocono.
El sistema, titulado “Método y sistema para diagnóstico y clasificación de estadio de enfermedades oculares”, emplea inteligencia artificial junto con tecnologías como la tomografía de coherencia óptica (OCT), elastografía (OCE) y un módulo de multiexcitación, logrando diagnósticos más precisos y tempranos que los métodos convencionales.
La clave del dispositivo es su capacidad para medir la rigidez corneal, un parámetro esencial que suele ser ignorado por la práctica clínica tradicional, pero que resulta crucial para detectar casos de glaucoma que no presentan presión intraocular elevada.
“Nuestra tecnología puede detectar el glaucoma normotensivo en etapas muy tempranas, antes de que dañe el nervio óptico”, explicó Zvietcovich, líder del Grupo de Investigación en Biofotónica y Óptica Biomédica (GIBIO-PUCP).
Se realiza una tomografía de la córnea del paciente.
Un pulso de aire genera una deformación controlada.
Un pulso ultrasónico mide la dureza corneal.
Un software basado en IA analiza los datos y estima con alta precisión la presión intraocular.
Este procedimiento no solo mejora la detección del glaucoma, sino que también permite diagnosticar enfermedades como el queratocono y puede adaptarse a otros usos clínicos.
Este avance ha sido posible gracias al apoyo de instituciones de primer nivel como la Fundación OPTICA (EE.UU.) y la Wellcome Trust (Reino Unido), quienes financiaron el proyecto. Actualmente, el sistema se encuentra en fase de validación clínica con el Instituto Nacional de Oftalmología (INO) del Perú.
Se espera que en agosto de 2025 se inicien las pruebas clínicas con pacientes peruanos, lo que permitirá ajustar el modelo predictivo del sistema y recolectar datos clave sobre la rigidez corneal en la población.
Este reconocimiento internacional marca un antes y un después para la ciencia y tecnología médica en el Perú, colocando al país en el radar de la innovación global.
El dispositivo no solo representa una herramienta médica de última generación, sino también un potente recurso educativo, gracias a su módulo de realidad virtual que permite sensibilizar al público sobre la importancia de la detección precoz de enfermedades visuales.