¡Habemus Papam! A las 18:07 horas local (16:07 GMT), la esperada fumata blanca emergió de la chimenea de la Capilla Sixtina, señal inequívoca de que los 133 cardenales reunidos en cónclave han alcanzado un acuerdo y han elegido al nuevo Papa, el sucesor de Francisco.

Aunque por ahora la identidad del pontífice se mantiene en secreto, será revelada en los próximos minutos desde el balcón central de la Basílica de San Pedro, cuando el cardenal Dominique Mamberti, protodiácono, pronuncie las solemnes palabras: “Habemus Papam”.

El nuevo líder de los más de 1.300 millones de católicos en el mundo se asomará al balcón vaticano para ofrecer su primera bendición ‘Urbi et Orbi’, cerrando así un proceso que se presume concluyó en el cuarto escrutinio del cónclave, iniciado el 7 de mayo.

Para ser elegido, el nuevo Papa debía obtener al menos 89 votos (dos tercios del total). En el pasado, Francisco fue elegido en la quinta votación (2013), Benedicto XVI en la cuarta (2005) y Juan Pablo II en la octava (1978). Esta vez, la decisión ha sido sorprendentemente rápida, reflejando un consenso amplio.

Miles de fieles reunidos en la Plaza de San Pedro estallaron en júbilo ante el humo blanco, que fue transmitido en vivo a través de medios de comunicación y canales oficiales del Vaticano. La expectativa crece por saber quién será el nuevo rostro del papado en el siglo XXI.

Con esta elección, la Iglesia Católica inicia una nueva etapa. El mundo aguarda la presentación de su nuevo guía espiritual.