

La fumata blanca apareció este jueves a las 18:07 (hora local) desde la chimenea de la Capilla Sixtina, señalando al mundo que la Iglesia Católica ya tiene nuevo Papa. Se trata del estadounidense Robert Francis Prevost, quien ha elegido el nombre León XIV y se convierte así en el 267º pontífice de la historia.
Miles de fieles reunidos en la Plaza de San Pedro estallaron en júbilo al escuchar el tradicional anuncio "Habemus Papam", seguido por la aparición del nuevo pontífice en el balcón central de la Basílica.
Prevost, de 69 años, tenía una fuerte conexión con América Latina, ya que ejerció como misionero en Perú durante varios años. Hasta su elección, se desempeñaba como prefecto del Dicasterio para los Obispos y presidente de la Pontificia Comisión para América Latina, cargo que ocupaba desde enero de 2023.
El cónclave, compuesto por 133 cardenales menores de 80 años, se desarrolló en un clima de oración, análisis y estrategia política eclesiástica. La elección del nuevo Papa requirió, como dicta la norma, una mayoría de dos tercios.
Robert Prevost fue visto como una figura de consenso, con perfil pastoral y visión global, cualidades que lo posicionaron como un candidato ideal para liderar la Iglesia tras el fallecimiento del Papa Francisco el pasado 21 de abril, a los 88 años.
El nombre elegido por Prevost no es menor: León XIV remite a una tradición papal cargada de simbolismo y poder doctrinal. El último Papa con ese nombre fue León XIII, recordado por su impulso a la doctrina social de la Iglesia a fines del siglo XIX.
Con este gesto, el nuevo pontífice parece enviar un mensaje de continuidad y renovación, abriendo una nueva etapa tras el histórico pontificado del argentino Jorge Mario Bergoglio, el primer Papa latinoamericano.