

El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, calificó este jueves como un “gran honor” para el país la elección del cardenal Robert Francis Prevost como el nuevo líder de la Iglesia Católica, ahora bajo el nombre de León XIV. Se trata del primer papa nacido en Estados Unidos, lo que ha generado entusiasmo tanto en el ámbito político como religioso.
“Enhorabuena al cardenal Robert Francis Prevost, que acaba de ser nombrado papa. Qué gran emoción y qué gran honor para nuestro país. Estoy deseando reunirme con el papa León XIV. ¡Será un momento muy significativo!”, escribió el mandatario en su red social Truth Social.
Desde la Casa Blanca, las señales son claras: la Administración Trump busca fortalecer su relación con el Vaticano durante este nuevo pontificado. Así lo expresó el secretario de Estado, Marco Rubio, quien también es católico practicante.
“Este es un momento de profunda importancia para la Iglesia Católica, que ofrece renovada esperanza y continuidad. Estados Unidos espera profundizar su duradera relación con la Santa Sede con el primer pontífice estadounidense”, afirmó Rubio en un comunicado oficial.
El nuevo papa, León XIV, fue elegido tras la fumata blanca que emergió a las 18:07 hora local desde la Capilla Sixtina, marcando así el final del cónclave y el inicio de un nuevo capítulo para los más de mil millones de católicos en el mundo.
Nacido en Chicago hace 69 años, Robert Prevost es también ciudadano peruano desde 2015, año en que se nacionalizó tras décadas de trabajo misionero en Piura y Chiclayo. Su elección se produce en pleno Año Jubilar 2025, convocado por su predecesor, Francisco, quien falleció el pasado 21 de abril a los 88 años.
Con su pontificado, León XIV se convierte en el papa número 267 de la historia de la Iglesia Católica, y su doble identidad, estadounidense y latinoamericana, promete influir en el futuro del catolicismo global.