

Al menos nueve personas murieron y otras siete resultaron heridas —tres de ellas en estado grave— tras un ataque ruso con drones contra un autobús de evacuación que se dirigía a la ciudad de Sumi, en el noreste de Ucrania. Así lo confirmó este sábado 17 de mayo el alcalde en funciones de Sumi, Artem Kobzar, a través de su cuenta de Telegram.
Según las autoridades ucranianas, un dron tipo Lancet, guiado por un vehículo aéreo no tripulado, impactó directamente el autobús a las afueras de Bilopillia, cuando se trasladaban civiles que serían evacuados hacia zonas más seguras.
El presidente Volodímir Zelenski denunció que entre los fallecidos se encontraba una familia completa: un padre, una madre y su hija. “Fue una matanza deliberada de civiles”, escribió el mandatario en Telegram.
En su mensaje, Zelenski arremetió contra el Kremlin por rechazar una propuesta de alto el fuego que se discutió el día anterior en Estambul. “Ayer, como en cualquier día de esta guerra, hubo una oportunidad para salvar vidas. Pero Rusia solo conserva la oportunidad de seguir matando”, advirtió.
El mandatario ucraniano reiteró su llamado a la comunidad internacional a aumentar la presión sobre Moscú. “Sin sanciones más fuertes y sin presión real, no habrá diplomacia efectiva”, enfatizó.
El jefe de la Administración Regional Militar, Oleg Grigorov, y el alcalde de Bilopillia, Yuri Zarko, confirmaron que el autobús transportaba únicamente a civiles, en una operación de evacuación humanitaria. El vehículo fue atacado en plena ruta hacia Sumi, lo que ha generado condena internacional por el uso de drones contra objetivos no militares.