

La cantante Marisol, conocida como la ‘Faraona de la cumbia’, se pronunció públicamente sobre la controversia que enfrenta a Leslie Shaw y el compositor Carlos Rincón por los derechos del tema “Hay niveles”, estrenado en agosto de 2024.
En declaraciones al programa América Espectáculos, Marisol enfatizó que la canción "no tiene ni un año" de lanzada y que cualquier artista que desee interpretarla debe contar con la autorización respectiva.
“Es un tema nuevo y hay que pedir permiso, hablar con los compositores. Esto implica inversión: la compra de la canción, el video, la producción... todo cuesta. Y eso se debe respetar”, señaló la intérprete de Canalla.
Marisol también aclaró que su participación en el videoclip de Hay niveles fue únicamente como invitada especial, y que cada parte vocal fue grabada por separado.
“Mis ‘guapeos’ eran míos, los de ella eran de ella. Yo solo fui invitada a grabar. No sé en realidad qué está pasando. Quiero hablar con Leslie y con Carlos para entender bien”, comentó.
Cuando fue consultada por la disputa entre Leslie Shaw y Carlos Rincón —debido a que Shaw no estaría recibiendo pagos cuando otros artistas interpretan el tema— Marisol prefirió no tomar partido.
“No estoy empapada del tema. Respeto la opinión de Leslie, pero no puedo opinar ni a favor ni en contra sin saber qué ha pasado”.
La polémica creció días atrás cuando Leslie Shaw arremetió contra artistas que hacen covers para ganar notoriedad. En conferencia de prensa, dijo:
“No hagan covers. Los artistas que hacen covers no tienen mi respeto. Eso es robar”.
Al preguntársele si se refería a Yahaira Plasencia, respondió: “¿Quién es ella? No es nadie. Cuando tenga una canción inédita exitosa, la respetaré”.
También criticó la gira mediática de Plasencia en Argentina, donde fue presentada como “la diosa peruana”: “Cualquiera puede pagar un jefe de prensa y salir en TV. Lo difícil es tener éxito con una canción propia”.
Según reveló Magaly Medina, Leslie Shaw y Carlos Rincón llegaron a un acuerdo por los derechos de autor de Hay niveles, tras una reunión entre sus abogados.
“La única salida era conciliar. Por la vía judicial habría sido un proceso largo”, indicó Medina.
Shaw había denunciado que grupos peruanos y bolivianos interpretaban la canción sin permiso ni pago. Además, afirmó que aunque no es dueña de la composición, sí posee los derechos del fonograma original.
“He cantado en más de 150 eventos y solo recibí 13 dólares de regalías en el país. El fonograma es mío”, concluyó Shaw.