lunes 16 de junio de 2025 - Edición Nº349

Actualidad | 26 may 2025

“El Banquero del Oro Ilegal”: Aldo Quenta, el rostro oculto detrás de $70 millones en exportaciones ilícitas desde Perú

Capturado por primera vez en Lima, Aldo Luis Quenta Cuno operaba una red criminal internacional que movía toneladas de oro ilegal hacia India, Emiratos Árabes y Hong Kong. Hoy, está prófugo con orden de captura internacional.


Por años, Aldo Luis Quenta Cuno fue una figura enigmática. En las alturas de Puno, era conocido por su cercanía con la minería ilegal, pero fue en una calle de Surquillo (Lima) donde las autoridades captaron por primera vez su rostro. Vestido con sencillez, descendió de un vehículo, recibió una mochila y entró a una vivienda, sin saber que estaba siendo seguido por agentes de inteligencia.

Ese hombre de apariencia modesta controlaba un imperio delictivo que movilizó más de 70 millones de dólares en oro de procedencia ilegal, exportado a India, Hong Kong y Emiratos Árabes. Aunque su nombre no era desconocido para la justicia, su rastro se mantenía difuso... hasta ahora.

Las investigaciones de la Fiscalía de Crimen Organizado revelaron que Quenta era el cerebro financiero de “Kilates”, una organización criminal con operaciones millonarias. Cientos de lingotes de oro fueron transportados en mochilas, cajas de madera y bolsas de rafia hacia un departamento en San Isidro, el centro neurálgico donde se procesaba el mineral antes de enviarlo al extranjero.


El verdadero poder: cómo operaba la red

Erick Cuaresma Zárate, cabecilla visible del grupo, actuaba junto a Quenta para mantener la fachada de legalidad. Sin embargo, era Quenta quien abastecía, financiaba y blanqueaba toneladas de oro extraído bajo condiciones irregulares.

La historia de Quenta comienza en Puno, epicentro de la minería informal. Allí montó una red que incluía maquinaria, transporte y logística. Según las autoridades, sus negocios eran solo pantallas para encubrir el verdadero tráfico ilícito.

El esquema era sofisticado: el ciudadano indio Shinde Rohan Surender verificaba la calidad del oro, que luego era enviado camuflado en cajas, directo al aeropuerto. Ninguna autoridad intervenía. Todo salía limpio.


El círculo íntimo: pareja, familiares y tiktokers implicados

Pilar Huaquisto, pareja de Quenta, financiaba una planta chancadora en Puno, usada para procesar oro sin permisos. Pero el caso tomó un giro inesperado con la detención de Geraldine Elizabeth Flores Romucho y Yesenia Irma Cuño Oscalla, dos jóvenes activas en redes sociales. Geraldine, egresada de aviación comercial, compartía videos de literatura y baile en TikTok; Yesenia, de emprendimiento y vida familiar.

Ambas, según la Fiscalía, prestaban sus nombres para empresas fachada. También fue detenido Godofredo Cuño Puma, padre de Yesenia, acusado de ser parte activa del entramado.


El gran escape y la cacería internacional

Durante el operativo, Quenta ya había escapado con rumbo a Bolivia. Desde 2015, había realizado más de 30 viajes a ese país, así como a Ecuador y Colombia. En su departamento de San Isidro, se hallaron 30 mil dólares en efectivo y pruebas clave.

El Poder Judicial ha dictado 24 meses de prisión preventiva contra los miembros principales de “Kilates”. Quenta continúa prófugo, con una orden de captura internacional, mientras la policía peruana trabaja con Bolivia para lograr su extradición.

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