

Uruguay volvió a marcar un precedente internacional en materia de salud pública, al prohibir nuevamente la importación, venta, publicidad y uso de productos de tabaco calentado y vapeadores, eliminando así la flexibilización impulsada por el anterior gobierno en 2021.
El anuncio fue realizado este martes por la directora del Programa Nacional de Control del Tabaco, Laura Llambí, quien explicó que se derogaron dos decretos clave: el que permitía el comercio de vapeadores y tabaco calentado, y otro que relajaba las reglas del empaquetado neutro.
Durante la conferencia de prensa, el presidente Yamandú Orsi subrayó que estas medidas buscan retomar el camino firme y coherente que había convertido a Uruguay en un modelo mundial en el control del tabaco. "Estamos fortaleciendo una estrategia que nos colocó a la vanguardia. Sabemos que estos procesos tienen avances y retrocesos, pero esto es una decisión política clara", señaló.
Uruguay ha sido históricamente considerado un líder en la lucha contra el tabaco. Fue el primer país del mundo en implementar integralmente el Convenio Marco de la OMS para el Control del Tabaco y ganó una recordada batalla legal contra la tabacalera Philip Morris, tras seis años de litigio.
La nueva normativa reafirma los principios de la ley antitabaco 18.256, promulgada en 2008 bajo el mandato de Tabaré Vázquez, que prohibió fumar en espacios cerrados, el uso de marcas tabacaleras en otros productos, y estableció la inclusión obligatoria de advertencias sanitarias e imágenes impactantes en los empaques.
Además, se mantiene vigente el decreto 120/019, que obliga a que los envases de tabaco tengan un color único y uniforme, sin logos ni diseños que puedan inducir al consumo.
Con esta decisión, Uruguay reafirma su rol como referente global en políticas sanitarias contra el tabaquismo, enviando un mensaje claro: la salud pública está por encima de los intereses comerciales de la industria del tabaco.