

El Ejército israelí ha confirmado este miércoles el cierre temporal de los centros de distribución de ayuda humanitaria operados por la Fundación Humanitaria para Gaza (GHF), organización respaldada por Israel y Estados Unidos para el reparto de alimentos en la Franja de Gaza.
“Está estrictamente prohibido transitar por las carreteras que conducen a los centros de distribución, que se consideran zonas de combate”, indicó en redes sociales Avichay Adraee, portavoz en árabe del Ejército israelí.
La GHF justificó el cierre alegando que se llevarán a cabo “reformas y mejoras de eficiencia” y anunció que las operaciones se reanudarán el jueves.
El anuncio llega tras una nueva tragedia humanitaria en Rafah, donde, según el Gobierno de Hamás, 27 palestinos murieron por disparos israelíes cuando acudían a uno de los puntos de distribución gestionados por la GHF.
Desde que la fundación comenzó a operar en la Franja la semana pasada, al menos 102 personas han muerto cerca de estos puntos de ayuda, denuncia Hamás.
El Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR), que administra un hospital de campaña en Rafah, confirmó la magnitud del ataque:
“Recibimos 27 fallecidos y 157 heridos por armas en un solo incidente, el mayor registrado desde la apertura del hospital de campaña”, indicó la organización.
Por su parte, el Ejército israelí admitió haber abierto fuego a medio kilómetro del centro de distribución, asegurando que “varios sospechosos avanzaban hacia las tropas de forma amenazante”. No obstante, no presentó pruebas y anunció una investigación.
El portavoz militar Effie Defrin minimizó las cifras de víctimas, calificándolas de “exageradas” por parte de Hamás.
Desde el inicio de la guerra, Israel impide el acceso a la prensa internacional en Gaza, lo que dificulta la verificación independiente de los hechos, dejando en la sombra la verdadera dimensión de las víctimas civiles.
Más allá de los hechos relacionados con la distribución de ayuda, la ofensiva israelí en Gaza continúa intensificándose. Solo el martes, al menos 95 personas murieron y 440 resultaron heridas por bombardeos, según informó este miércoles el Ministerio de Sanidad palestino.
Además, 16 desplazados murieron este miércoles tras un ataque aéreo israelí contra tiendas de campaña en Jan Yunis, en el sur de la Franja.
La crisis humanitaria en Gaza se agrava, mientras la ayuda internacional es limitada, los centros de distribución se cierran y los civiles siguen siendo blanco de ataques en medio de una guerra sin acceso a testigos independientes.