

El complejo arqueológico de Saqsaywaman, símbolo cultural e histórico del Cusco, amaneció este jueves cerrado al turismo. La causa: un plantón masivo de trabajadores de la Dirección Desconcentrada de Cultura del Cusco que exigen homologación salarial, mejores condiciones laborales y respeto a sus derechos bajo el régimen CAS (Contrato Administrativo de Servicios).
Más de 400 trabajadores del Ministerio de Cultura se concentraron desde la madrugada en la explanada del sitio patrimonial con pancartas, arengas y discursos sindicales. El paro de 24 horas paralizó el ingreso de visitantes, afectando tanto a turistas como a operadores turísticos y emprendedores locales.
Los manifestantes exigen:
Homologación de sueldos con otros regímenes laborales del Estado.
Mejora de beneficios económicos y sociales.
Condiciones dignas para empleados CAS, a quienes consideran en situación de desventaja pese a realizar funciones equivalentes a otros servidores públicos.
Según los protestantes, sus demandas han sido largamente ignoradas por las autoridades, y la protesta busca presionar para obtener una respuesta concreta del Gobierno.
La protesta generó filas de turistas frustrados que no pudieron ingresar al complejo. Policías resguardaron la zona, mientras que la manifestación se mantuvo pacífica y ordenada.
El impacto turístico es alto: Saqsaywaman recibe más de 800,000 visitantes al año, muchos de ellos en temporada alta como junio, cuando se celebra el tradicional Inti Raymi. El cierre afecta directamente a:
Guías turísticos y agencias de viaje
Artesanos, vendedores y comerciantes ambulantes
Hoteles, restaurantes y transporte turístico
El complejo, construido por los incas con enormes bloques de piedra encajados con precisión asombrosa, no solo es un patrimonio histórico, sino motor del turismo cusqueño y del Perú. Su paralización temporal genera pérdidas económicas difíciles de cuantificar para una ciudad donde gran parte de la población vive del turismo.
La movilización en Cusco no es aislada. Empleados CAS de distintas regiones han venido denunciando condiciones precarias, salarios desiguales y contratos inestables frente a otros regímenes estatales. La protesta en Saqsaywaman visibiliza una problemática nacional que requiere atención estructural desde el Ejecutivo.
Los dirigentes sindicales anunciaron que esperan una respuesta inmediata del Ministerio de Cultura. De no obtenerla, no descartan nuevas protestas o un paro indefinido, lo que podría afectar eventos turísticos próximos como el Inti Raymi.