

La Fundación Humanitaria para Gaza (GHF, por sus siglas en inglés) anunció este viernes el cierre indefinido de todos sus centros de distribución de ayuda alimentaria, luego de reportarse múltiples incidentes violentos cerca de sus instalaciones.
“Por su seguridad, le recomendamos evitar nuestros centros. La fecha de reapertura será anunciada próximamente”, comunicó la GHF a través de su página oficial en Facebook, en un mensaje dirigido a la población gazatí.
Aunque la fundación reabrió el jueves dos puntos de distribución en Rafah, al sur del enclave, la ayuda no ha llegado al norte, donde más de un millón de personas, especialmente en Ciudad de Gaza, llevan semanas sin recibir alimentos.
Durante la jornada del jueves, la GHF repartió comida de 19 camiones en Tel al Sultan y 7 camiones en el barrio Saudí, sumando más de 1,4 millones de raciones entregadas desde que comenzó el nuevo sistema de reparto.
Sin embargo, la situación en el norte sigue siendo crítica. El grupo afirmó estar “trabajando en planes operativos” para abrir nuevos centros en esa zona, pero no dio fechas concretas.
Según cifras de las autoridades locales, alrededor de 100 personas han muerto en los primeros ocho días de funcionamiento de este modelo de ayuda. Testigos acusan a tropas israelíes de abrir fuego contra civiles que intentaban acercarse a los puntos de distribución.
El Ejército israelí admitió haber disparado en varias ocasiones cerca de Tel al Sultan, alegando que algunos civiles abandonaron las rutas permitidas. Por su parte, la GHF se desvinculó de estos hechos, señalando que “no se hace responsable de lo que ocurra fuera de sus centros” y advirtiendo que la zona sigue siendo un área de combate activo.
El modelo de distribución fue impulsado por Israel para evitar que Hamás se beneficie del reparto humanitario, pero ha sido ampliamente criticado por organismos internacionales y defensores de derechos humanos, quienes alertan sobre el impacto humanitario devastador de esta estrategia.