

Harvey Weinstein, exmagnate de Hollywood y figura central en el surgimiento del movimiento #MeToo, fue declarado culpable por agresión sexual en primer grado en un tribunal de Nueva York. El veredicto llega tras seis semanas de juicio y cuatro días de deliberaciones en el Tribunal Supremo del estado, donde se reabrió el caso luego de que una condena anterior fuera anulada por errores procesales.
El jurado determinó que Weinstein agredió sexualmente a Miriam Haley, exasistente de producción, en 2006. Aunque aún sigue deliberándose sobre otras acusaciones, el productor se enfrenta a una pena máxima de 25 años de prisión.
El nuevo juicio incluyó los testimonios de tres mujeres: Miriam Haley, la actriz Jessica Mann, y la modelo polaca Kaja Sokola. Todas relataron agresiones sexuales similares, con un mismo modus operandi: el uso de su poder en la industria para silenciar y someter.
Mientras que el jurado rechazó el testimonio de Sokola, el de Haley fue considerado "totalmente creíble", y la decisión sobre la denuncia de Mann aún está pendiente.
La defensa, liderada por el abogado Arthur Aidala, aseguró que Weinstein mantenía relaciones "consentidas y con cariño" con las denunciantes, a quienes describió como “amigas con derecho”. Incluso sugirió que estas mujeres buscaban beneficio económico tras el estallido del movimiento #MeToo.
Sin embargo, el jurado no dio crédito a esta versión, pese a la presentación de correos electrónicos afectuosos que Haley envió a Weinstein tras el abuso. La denunciante explicó entre lágrimas que esos mensajes fueron fruto del miedo a perder su carrera.
El proceso no estuvo exento de momentos dramáticos. Haley abandonó la sala llorando durante el contrainterrogatorio. Un miembro del jurado pidió retirarse por ansiedad, y otro expresó haber presenciado “injusticias”, lo que generó momentos de alta tensión en la deliberación.
Weinstein, de 72 años, no declaró, pero tomó la palabra brevemente para agradecer el trato “justo” del tribunal. Actualmente, cumple una condena de 16 años en Los Ángeles por otros casos de agresión sexual y permanece hospitalizado por leucemia y afecciones cardíacas.
En 2017, las primeras acusaciones contra Harvey Weinstein dieron origen al movimiento global #MeToo, cambiando para siempre las dinámicas de poder en la industria del cine. No obstante, a diferencia del juicio de 2020, esta vez no hubo protestas masivas ni cobertura mediática abrumadora.
Con esta nueva condena, Weinstein —fundador de Miramax y productor de películas como Pulp Fiction— enfrenta un futuro aún más sombrío: más años tras las rejas y una reputación destruida para siempre.