Israel ha lanzado una ola de ataques aéreos contra territorio iraní, intensificando uno de los momentos más críticos en Medio Oriente en los últimos años. Según reportes de medios locales, al menos 78 personas han muerto y más de 320 han resultado heridas, muchas de ellas civiles, en bombardeos que afectaron infraestructuras militares, nucleares y residenciales.
Uno de los ataques más graves se produjo en Teherán, donde al menos 60 personas murieron, incluyendo 20 niños, tras el impacto de misiles en un edificio residencial de 14 plantas en el barrio de Shahid Chamran. El medio estatal Press TV y el diario Tehran Times aseguran que en el edificio vivían empleados del Ministerio de Defensa.
Las fuerzas israelíes habrían atacado Tabriz, ciudad del noroeste iraní, con al menos cuatro explosiones confirmadas, según la agencia Fars. También se reportaron bombardeos en Kermanshah y Khorramabad, en el oeste del país.
Uno de los objetivos fue el aeropuerto de Mehrabad en Teherán, especializado en vuelos nacionales. De acuerdo con la agencia IRNA, el ataque se dirigió a un hangar de cazas de combate, aunque no afectó las pistas principales.
Israel también habría golpeado instalaciones nucleares clave, como las plantas de Fordó y Natanz, aumentando la alarma internacional ante una posible escalada nuclear en la región.
El ministro de Defensa israelí, Israel Katz, lanzó una advertencia directa al líder supremo de Irán, el ayatolá Ali Jameneí:
“Si Jameneí continúa disparando misiles contra el frente interno israelí, Teherán arderá.”
Katz acusó al régimen iraní de usar a sus ciudadanos como "rehenes", responsabilizando a Jameneí de los ataques contra civiles israelíes. La amenaza fue emitida tras una evaluación con el Estado Mayor del Ejército israelí y el director del Mosad.
En represalia, Irán lanzó al menos 200 misiles y más de 200 drones contra territorio israelí, según fuentes militares. Uno de los blancos fue Tel Aviv, donde se reportan tres muertos y 38 heridos tras los impactos.
A pesar del volumen del ataque, la mayoría de los proyectiles fueron interceptados, según el Ejército israelí citado por The Times of Israel.
El conflicto ha llegado al escenario internacional, amenazando con descarrilar la Cumbre del G7 en Canadá. El primer ministro japonés, Shigeru Ishiba, condenó el ataque israelí y pidió contención a Irán.
Por su parte, el anfitrión de la cumbre, el primer ministro canadiense Mark Carney, convocó una reunión de emergencia con su Consejo Nacional de Seguridad, asegurando que la situación “amenaza la paz regional”.
Incluso se especula que el presidente estadounidense Donald Trump podría cancelar su asistencia o acortar su estadía debido a la escalada del conflicto.