

En un discurso televisado, el líder supremo de Irán, ayatolá Ali Jameneí, lanzó este miércoles una severa advertencia a Estados Unidos: “Cualquier intervención militar causará un daño irreparable”.
La declaración se produce en un clima de alta tensión internacional, luego de los bombardeos israelíes contra territorio iraní iniciados el pasado viernes y las recientes amenazas del presidente estadounidense, Donald Trump, quien exigió la “rendición incondicional” de Teherán.
En su segunda aparición pública desde el inicio del conflicto con Israel, Jameneí reafirmó la resistencia del pueblo iraní ante las presiones extranjeras.
“Los estadounidenses deben saber que la nación iraní no se rendirá (...) y cualquier intervención militar causará daños irreparables”, afirmó el líder supremo.
Sin nombrarlo directamente, Jameneí respondió al tono hostil de Trump, quien incluso afirmó en su red Truth Social que sabe “dónde se esconde Jameneí”, aunque aseguró que no planea ordenar su asesinato “por ahora”.
El conflicto con Israel escaló luego de que Tel Aviv lanzara bombardeos sobre instalaciones iraníes, bajo el argumento de frenar su programa nuclear. En represalia, Teherán respondió con ataques similares, dejando más de 200 muertos en Irán y al menos 20 víctimas en Israel, según cifras oficiales.
Jameneí calificó los ataques israelíes como un “grave error” y prometió que su país “hará frente a las consecuencias”. Subrayó que las Fuerzas Armadas de Irán están completamente preparadas para cualquier escenario militar.
En paralelo, fuentes militares citadas por la BBC informaron que Estados Unidos ha reforzado su presencia en la región, enviando más de 30 aviones cisterna a Europa y desplegando el portaaviones USS Nimitz al Golfo Pérsico.
Los analistas señalan que estos movimientos podrían ser preparativos para ataques a instalaciones nucleares iraníes, como el complejo subterráneo de Fordo.
Pese a su retórica agresiva, Trump no ha descartado una salida diplomática, aunque condicionada a “concesiones significativas” por parte de Teherán. Esta postura ha generado tensiones internas en la Casa Blanca entre asesores que abogan por la negociación y quienes promueven una línea dura.
Ali Jameneí, de 85 años, es el máximo líder político y religioso de Irán desde 1989. Como comandante en jefe de las Fuerzas Armadas y figura central del régimen islámico, su palabra tiene peso absoluto por encima incluso del presidente Masoud Pezeshkian.
Su mandato ha estado marcado por la resistencia a las potencias occidentales y por un férreo control interno, que ha sido criticado por organizaciones de derechos humanos por la represión a la disidencia.