

El Real Madrid de Xabi Alonso tuvo un estreno gris y con sabor amargo en el Mundial de Clubes, tras empatar 1-1 con Al Hilal este miércoles en Miami, en un partido marcado por la falta de ritmo y un penal fallado en el último minuto.
El gol del canterano Gonzalo García, titular ante la baja de Kylian Mbappé por un cuadro febril, parecía marcar un nuevo comienzo, pero un penal ingenuo cometido por Raúl Asencio permitió el empate de Rubén Neves para los saudíes antes del descanso.
“El equipo será mejor al final del torneo”, había advertido Xabi Alonso, pero su primer Madrid mostró poca chispa, errores defensivos y desconexión ofensiva, con Vinícius y Bellingham lejos de su nivel.
Cuando el partido ya moría, un penalti sancionado vía VAR tras un golpe de Al Qahtani a Fran García ofrecía una inmejorable chance a los blancos. Federico Valverde tomó el balón, disparó raso, pero Yassine Bono adivinó y tapó el tiro, consolidándose como la gran figura del encuentro.
En medio del desconcierto colectivo, el joven Gonzalo García destacó por su movilidad y efectividad. Fue él quien abrió el marcador tras una buena jugada colectiva, firmando el primer gol oficial de la era Xabi Alonso en el Real Madrid.
El técnico también apostó por nombres como Alexander-Arnold y Dean Huijsen en el once inicial, mostrando algunos conceptos tácticos: defensa de cuatro, salida de balón con tres hombres y extremos con tareas defensivas.
El calor de 33°C en el Hard Rock Stadium tampoco ayudó a un Madrid espeso. Vinícius fue sustituido entre silbidos a los 84’, Bellingham apenas participó, y aunque Arda Güler entró bien y estrelló una volea en el travesaño, el equipo se diluyó con el paso de los minutos.
El técnico saudí Simone Inzaghi aprovechó bien sus herramientas: su ex dirigido en la Lazio, Sergej Milinkovic-Savic, dominó el medio y conectó con un tridente ofensivo que exigió al máximo a Thibaut Courtois, quien salvó al equipo varias veces.
Con este resultado, el Real Madrid queda obligado a ganar a Pachuca en Charlotte si quiere avanzar en el torneo. No hay margen de error para los de Xabi Alonso, que necesitan mejorar rápido si quieren levantar el trofeo.