

Según un informe del New York Times, citando a funcionarios estadounidenses con acceso a inteligencia reciente, Irán ha preparado misiles y material militar para responder a una eventual intervención de Estados Unidos en el actual conflicto con Israel.
Washington, por su parte, ha movilizado 36 aviones cisterna hacia Europa para apoyar una posible operación aérea de largo alcance contra objetivos estratégicos iraníes, incluyendo la instalación nuclear de Fordo, profundamente fortificada en una montaña.
La posibilidad de una escalada ha llevado al Comando Central de EE.UU. (CENTCOM) a elevar el nivel de alerta en sus bases en Emiratos Árabes Unidos, Arabia Saudí y Jordania, donde hay desplegados más de 40.000 soldados estadounidenses.
Analistas militares consideran que un ataque contra Fordo solo sería viable con el uso de bombarderos furtivos B-2, equipados con bombas anti-búnker, y con apoyo logístico total de EE.UU.
El canciller iraní, Abbas Araqchi, declaró que cualquier ataque sería considerado una expansión directa del conflicto:
"Imponer una voluntad militar a Irán está condenado al fracaso", afirmó.
Teherán ha advertido que sus fuerzas y milicias aliadas —como los hutíes en Yemen y grupos pro-iraníes en Irak y Siria— responderían de inmediato con ataques contra bases estadounidenses en toda la región, desde Bahréin hasta Qatar.
Aunque los servicios de inteligencia aseguran que Irán aún no ha decidido fabricar un arma nuclear, también señalan que podría construir una bomba rudimentaria en menos de un año si así lo desea.
Las recientes acciones de Israel podrían estar empujando a Teherán a acelerar su programa nuclear, no como un fin, sino como una estrategia de disuasión.
"Una guerra sería una escalada difícil de revertir", advirtió Rosemary Kelanick, experta en política de defensa del Medio Oriente.
Con un escenario de guerra regional cada vez más real, la comunidad internacional observa con creciente preocupación la posibilidad de una intervención militar directa de Estados Unidos, que podría desencadenar un conflicto de gran escala en Oriente Próximo.