El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, confirmó este sábado que el Ejército estadounidense llevó a cabo un bombardeo dirigido contra tres instalaciones nucleares estratégicas en Irán: Isfahán, Natanz y Fordo. Esta última, considerada la principal base subterránea del programa nuclear iraní, fue blanco de una “carga completa de bombas”, según precisó el mandatario a través de su red Truth Social.

Trump calificó la operación como un “ataque muy exitoso” y aseguró que todas las aeronaves regresaron sin daños, tras salir del espacio aéreo iraní sin contratiempos. El anuncio se produce en medio de la creciente tensión entre Irán e Israel. El presidente estadounidense también adelantó que brindará un mensaje a la nación a las 22:00 horas, donde ofrecerá más detalles sobre el operativo y los motivos que llevaron a Washington a sumarse a la ofensiva contra Teherán.

Escalada en Medio Oriente

El ataque estadounidense ocurre en un contexto de fuerte escalada militar iniciado el pasado 13 de junio, cuando Israel bombardeó objetivos militares iraníes. Desde entonces, los enfrentamientos entre ambos países se han intensificado. Mientras tanto, Irán niega estar desarrollando armas nucleares, aunque EE.UU. justifica sus acciones como parte de un esfuerzo por frenar una amenaza latente.

Operación con B-2 y tensión global

Medios norteamericanos reportaron que horas antes del anuncio presidencial, bombarderos furtivos B-2 fueron avistados sobrevolando el Pacífico. Estas aeronaves son capaces de transportar la bomba antibúnker GBU-57, diseñada para penetrar fortificaciones subterráneas como las de Fordo. Sin embargo, aún no se ha confirmado si dicha arma fue empleada en el ataque.

La comunidad internacional sigue con atención los acontecimientos, en medio del temor a una nueva fase del conflicto en Medio Oriente.