

En el marco del Día Nacional de los Granos Andinos, el Ministerio de Desarrollo Agrario y Riego (Midagri) y el Ministerio de Salud (Minsa) destacan el enorme potencial de estos superalimentos milenarios, no solo por su valor nutricional, sino también por su capacidad de generar seguridad alimentaria, ingresos para más de 125 mil familias altoandinas y bienestar integral en el Perú.
Estos granos son ricos en proteínas, minerales, vitaminas, aminoácidos esenciales, antioxidantes y fibra, lo que los convierte en aliados clave para reforzar el sistema inmunológico, prevenir enfermedades crónicas y mejorar la nutrición infantil.
A continuación, conoce las propiedades de los cuatro principales granos andinos cultivados en el país:
Contiene más de 6% de fibra, ideal para la salud digestiva.
Rica en proteínas completas y libre de gluten, perfecta para personas celíacas.
Altamente resistente: puede crecer desde el nivel del mar hasta los 4,000 msnm.
Destaca por su alto contenido proteico y perfil de aminoácidos esenciales como lisina, isoleucina y triptófano.
Fortalece el sistema inmunológico y ayuda a conservar la masa muscular.
Se cultiva entre los 3,800 y 4,000 msnm, con 334 variedades identificadas en el Perú.
Aporta calcio, fósforo, potasio y zinc.
Favorece el desarrollo cerebral y muscular por su alto contenido de lisina.
Se recomienda para gestantes y niños por su riqueza en minerales esenciales.
Considerado un superalimento vegetal completo, ideal para intolerantes a la lactosa.
Alto en proteínas, lípidos y calcio, ideal para mantener huesos y dientes saludables.
Gracias a su contenido de triptófano, favorece el sueño, bienestar emocional y la regulación de la glucosa.
Versátil en la cocina: se puede preparar en sopas, guisos, ensaladas y hasta en “cebiche de tarwi” o “papa a la huancaína vegana”.
Los granos andinos no solo fortalecen la salud, también generan empleo rural y promueven la agricultura sostenible en regiones como Ayacucho, Apurímac, Cusco, Huancavelica, La Libertad y Puno.
El Midagri impulsa campañas para incluirlos en programas sociales y promover su agroexportación como productos con alto valor agregado, desde harinas y bebidas vegetales hasta snacks saludables.
Combaten la anemia y la desnutrición.
Refuerzan el sistema inmunológico.
Aportan energía y ayudan al desarrollo cognitivo y físico.
Son ideales para dietas veganas, infantiles, escolares y terapéuticas.