

Un conflicto de propiedad y autoridad ha estallado en el distrito de Juli, región Puno, donde los pobladores, autoridades locales y organizaciones indígenas rechazan el intento del obispo Ciro Quispe de tomar control de dos templos históricos: Nuestra Señora de la Asunción y San Juan de Letrán.
Ambos inmuebles, declarados patrimonio cultural de la nación por el Ministerio de Cultura (Mincul) y restaurados en años recientes, funcionan también como museos desde 1989, debido al valor artístico y religioso de sus interiores.
La disputa se originó por títulos de propiedad emitidos por Cofopri en 2011, firmados por Fredy Hinojosa, actual jefe del gabinete técnico de Dina Boluarte y vocero presidencial, y por el entonces alcalde de Chucuito, Juan Aguilar Oliveira.
Sin embargo, según el abogado Ludwin Bustinza, los documentos no mencionan directamente los templos, sino que hacen referencia a los terrenos, lo cual no permitiría legalmente transferir un bien declarado patrimonio cultural a una entidad privada como la Iglesia Católica.
“Un patrimonio cultural no puede ser transferido a otra persona o entidad privada”, afirmó Bustinza a Punto Final.
Con base en los títulos, el obispo Ciro Quispe ha enviado cartas notariales al alcalde de Juli y al Ministerio de Cultura, solicitando el cese de visitas turísticas y actividades en ambos templos. Este no es el primer intento: en 2023 también se dirigió legalmente al Mincul con el mismo pedido.
“Más que el derecho, es el título de propiedad. Las autoridades deben respetar la ley”, argumentó Quispe.
Sin embargo, la comunidad, liderada por autoridades locales, ronderos y representantes aymaras, expresa temor ante un posible abandono de los templos si pasan a manos del obispo, como ya habría ocurrido con otras iglesias de la zona.
“Este mismo templo (ya administrado por la Iglesia) está descuidado... ¿para qué quiere los otros? ¿Para cerrarlos?”, cuestionó el alcalde Víctor Raúl Anchapuri.
Ante la creciente tensión, los pobladores de Juli han propuesto realizar un referéndum para decidir quién debe administrar los templos. Además, han pedido públicamente que el obispo Ciro Quispe se retire del distrito.
Aunque en 2023 el obispo firmó un documento reconociendo que se requería un convenio con el Mincul para administrar los templos, ese acuerdo institucional nunca se concretó, según reveló el programa Punto Final.
El conflicto continúa y revela un trasfondo más profundo de desconfianza institucional, defensa del patrimonio cultural y autonomía comunal en una región históricamente ligada a su identidad religiosa y cultural.