

A partir de hoy, lunes 1 de julio, las personas que usan tarjetas de crédito o débito notarán algunos cambios al momento de hacer compras o pagos, ya sea en tiendas físicas o por internet.
Estos cambios responden a una nueva regla de la Superintendencia de Banca y Seguros (SBS), que busca evitar fraudes y proteger al usuario. Ahora, los bancos están obligados a aplicar una verificación más estricta cada vez que se usa una tarjeta.
Desde ahora, los bancos deben pedir al menos dos pruebas para confirmar que tú estás haciendo la compra. A esto se le llama autenticación reforzada.
Por ejemplo, cuando compres algo con tu tarjeta, podrías tener que:
Ingresar tu clave secreta (PIN)
Usar tu huella digital o rostro (si tienes activado el reconocimiento facial)
Confirmar la compra desde una app de tu banco
Autenticación: es el proceso para confirmar que eres tú quien está usando la tarjeta.
POS (punto de venta): es el aparato que usan en tiendas o restaurantes para que pagues con tu tarjeta.
Token: es un código de seguridad, que a veces te llega por mensaje o por una app del banco. Cambia todo el tiempo y sirve para confirmar que tú estás haciendo la compra.
Si compras en una tienda física (tarjeta presente):
Usarás tu tarjeta con chip
Además, te pedirán tu clave (PIN) u otra verificación
Si compras por internet o teléfono (tarjeta no presente):
Colocarás los datos de tu tarjeta (como el número y el código de seguridad)
También te pedirán un código extra (como un token) o verificación por app
Si usas billeteras digitales (como Yape o Plin con tarjeta):
Tu tarjeta se registra usando un sistema llamado tokenización
Luego, cada vez que pagues, se pedirá un segundo método de verificación
Desde el 1 de abril de 2026, si alguien hace una compra con tu tarjeta y el banco no aplicó la verificación reforzada, la responsabilidad será del banco, no tuya. Esto aplica para tarjetas emitidas antes del 1 de julio de 2025.
Es cuando la tarjeta no se usa físicamente en una tienda, como en:
Compras online
Pagos por teléfono
Suscripciones digitales (como Netflix, Spotify, etc.)