

Un cambio inesperado en la salinidad del océano Antártico está acelerando el deshielo submarino y podría provocar alteraciones permanentes en el clima global, según un estudio publicado esta semana en la revista Proceedings of the National Academy of Sciences (PNAS).
Investigadores de varios países, incluyendo el Instituto de Ciencias del Mar del CSIC en Barcelona, han documentado este fenómeno usando tecnología satelital y dispositivos robóticos flotantes.
“El cambio en la salinidad es drástico e inesperado. Hasta hace poco, la superficie del mar se volvía más dulce y fría, lo que favorecía el hielo. Ahora ocurre lo contrario”, explicó la científica Estrella Olmedo a EFE.
Desde 2015, la Antártida ha perdido una cantidad de hielo marino equivalente al tamaño de Groenlandia. A esto se suma el aumento repentino de la salinidad en la superficie oceánica por debajo de los 50º de latitud, especialmente en el mar de Weddell, donde ha reaparecido la polinia Maud Rise, un agujero gigante en el hielo marino que deja el océano expuesto.
Este fenómeno revela condiciones “altamente inusuales”, advierten los científicos, y marca una reversión total respecto a décadas anteriores, en las que el hielo marino crecía lentamente en la región.
El aumento de la salinidad coincide con un resurgimiento de aguas profundas, que son más cálidas y saladas. Estas masas de agua derriten el hielo desde abajo, debilitando las plataformas y acelerando su colapso. Esto, a su vez, puede alterar el funcionamiento de uno de los principales reguladores térmicos del planeta: el océano Antártico.
“Si esta región deja de absorber calor y CO₂ y pasa a emitirlos, el impacto climático será global”, advirtió Olmedo.
Gracias a nuevos algoritmos aplicados a la misión satelital SMOS de la Agencia Espacial Europea, los científicos han podido monitorear por primera vez, en tiempo real, estos cambios en la salinidad de la Antártida.
La misión, que lleva más de 15 años recolectando datos, antes enfrentaba dificultades en estas latitudes. Hoy, gracias a mejoras en el procesamiento de señales, revela información crítica para entender el declive del hielo.
Los investigadores advierten que, de continuar esta tendencia, podría producirse un cambio irreversible en la dinámica del océano Antártico. Esto transformaría la región de sumidero natural de calor y carbono en una nueva fuente emisora, agravando el cambio climático.
Ante esta evidencia, Estrella Olmedo pidió que se asuman políticas inmediatas:
“Estamos en un momento crítico. Es urgente actuar con medidas globales antes de que estos cambios se vuelvan permanentes”.