La relación entre el Ministerio de Transportes y Comunicaciones (MTC) y el alcalde de Lima, Rafael López Aliaga, escaló en tensión tras un cruce de acusaciones públicas por el proyecto del tren Lima–Chosica, impulsado por la Municipalidad Metropolitana de Lima (MML).
El MTC emitió un comunicado oficial en el que critica duramente al alcalde, calificando su actitud de “agresiva y ordinaria” y señalando que su comportamiento podría ser calificado como delito.
“El MTC lamenta el comportamiento agresivo del alcalde Rafael López Aliaga contra el ministro César Sandoval”, indica el documento, donde también se reafirma que el ministerio actúa bajo estricto cumplimiento legal y sin intereses particulares.
La institución también advierte sobre “intereses personalistas” detrás de la insistencia por poner en marcha trenes donados por Caltrain, pese a que estos cuentan con más de 40 años de antigüedad y existen cuestionamientos técnicos, operativos y legales.
La MML ha recibido ya el primer lote de locomotoras y vagones, y ha anunciado un segundo envío en agosto. Sin embargo, no cuenta con un almacén definido, no ha presentado estudios de seguridad, ni ha implementado infraestructura básica como paraderos, señalización ni doble vía, de acuerdo con lo señalado por el propio MTC.
La situación se complica por el rechazo del concesionario Ferrovías Central Andina a asumir responsabilidad por cualquier accidente durante el traslado o manipulación de los trenes, lo que aumenta el riesgo del proyecto.
En una reciente declaración, el alcalde acusó al MTC de frenar el proyecto ferroviario y pidió públicamente a sus funcionarios “callarse”, asegurando que el tren está listo para operar. Sin embargo, el ministro César Sandoval reiteró que no se autorizará la operación sin cumplir condiciones mínimas de seguridad y legalidad.
Por su parte, Ositran, ente regulador, informó que no supervisará la operación del tren donado al considerar que el proyecto no está dentro de su competencia ni se ajusta al marco legal vigente.
Aunque la regidora Sandra Sudario ha defendido la inversión y adelantado una posible operación para este mismo año, técnicos del MTC advierten que, de continuar sin estudios ni cumplimiento de estándares, el servicio no podría iniciar antes de 2026.
El conflicto entre el Gobierno central y la Municipalidad de Lima mantiene el proyecto en incertidumbre. Mientras el alcalde lo presenta como una solución moderna al caótico transporte limeño, especialistas alertan sobre improvisación, falta de planificación y ausencia de coordinación interinstitucional.
La disputa por los trenes de Caltrain deja en el limbo una de las promesas estrella de modernización del transporte urbano y vuelve a poner en el centro del debate la necesidad de políticas de Estado articuladas, responsables y técnicamente viables.