Lo que debía ser un nuevo comienzo terminó en tragedia. Geraldine Sánchez, de nacionalidad peruana, fue hallada sin vida en un descampado de Maquerio, cerca de su vivienda en Italia. Las autoridades italianas identificaron como principal sospechoso a su expareja y padre de sus hijos, Alexander Vilcherrez, quien ya fue detenido.
Según la familia, Geraldine dejó Lima hace un año escapando de una relación marcada por la violencia física y psicológica. Vendió su terreno en la zona de Nueva Esperanza y migró a Italia junto a sus dos hijos, buscando una vida segura y libre de agresiones.
Allí trabajaba cuidando adultos mayores, mientras construía una vida lejos del maltrato. En redes sociales, compartía imágenes donde se le veía sonriente, con nuevos proyectos y esperanza. Pero la paz no duró.
Alexander Vilcherrez viajó hace dos meses a Italia, según la familia, bajo el pretexto de “reconciliarse”. Sin embargo, Geraldine lo denunció y obtuvo una orden de alejamiento en territorio italiano. La medida expiró el 16 de julio.
Ese mismo día, la familia perdió contacto con ella. Poco después, su estado de WhatsApp mostró una foto del agresor con la frase “Verdadero amor”. Minutos más tarde, uno de los hijos recibió una llamada inquietante:
“Estoy con tu mamá y he logrado lo que he querido”, le dijo el presunto feminicida.
Horas más tarde, el cuerpo de Geraldine fue hallado sin vida, con signos de asfixia. Medios italianos reportaron el hecho como un nuevo feminicidio que traspasa fronteras y evidencia los vacíos en la protección internacional a víctimas de violencia.
La familia de Geraldine ha pedido al Estado peruano apoyo urgente para repatriar sus restos y brindarle un entierro digno. “Era una mujer luchadora, una madre valiente que solo quería vivir en paz”, declaró su hermano.
También solicitan ayuda para los dos menores huérfanos, quienes enfrentarán un futuro marcado por el trauma de haber perdido a su madre a manos de su padre.
Este caso refleja el riesgo real que enfrentan miles de mujeres víctimas de violencia, incluso fuera de su país. La migración no fue suficiente para proteger a Geraldine. El feminicida cruzó fronteras para consumar su crimen.
La violencia machista no se detiene en las fronteras. Las víctimas necesitan protección integral y efectiva, y los agresores deben ser castigados con todo el peso de la ley, sin importar dónde cometan sus delitos.
Línea 100: atención psicológica y legal gratuita 24/7.
Centros de Emergencia Mujer (CEM): orientación legal, social y psicológica.
Policía Nacional del Perú (PNP): llama al 105 para emergencias.