El narcotraficante ecuatoriano José Adolfo Macías Villamar, más conocido como ‘Fito’, se declaró no culpable este lunes en su primera audiencia ante una jueza federal en Nueva York, tras ser extraditado desde Ecuador en un hecho sin precedentes entre ambos países.
Macías enfrenta siete cargos federales relacionados con narcotráfico, tráfico de armas y conspiración criminal, todos vinculados al traslado de grandes cantidades de cocaína hacia Estados Unidos por medio de su organización criminal, Los Choneros, en coordinación con el Cártel de Sinaloa.
Durante su comparecencia en una corte federal de Brooklyn, el acusado solicitó a la jueza que se le brinde atención médica inmediata, alegando padecer artritis, hipertensión y tener esquirlas de bala alojadas en su cuerpo.
La jueza Vera Scandon aceptó su petición preliminar y también acordó retrasar el inicio del juicio, atendiendo a la solicitud conjunta de la defensa y la fiscalía debido a la “gran complejidad” del caso, que incluye volúmenes extensos de evidencia documental y pericial.
Macías asistió a la audiencia vestido con un pantalón caqui y camiseta oscura, mostrando un comportamiento tranquilo y atento mientras una traductora oficial le interpretaba cada parte de la lectura de cargos. En ningún momento se mostró alterado.
Su abogado, Alexei Schacht, declaró brevemente que estaba “satisfecho con el trato de la jueza” y subrayó que su cliente sufre múltiples problemas médicos que deben ser atendidos mientras se encuentra bajo custodia federal.
El proceso judicial seguirá el 19 de septiembre, cuando se designará formalmente al juez que presidirá el juicio y podría ordenarse la formación del jurado, a menos que se alcance antes un acuerdo de culpabilidad negociada, algo frecuente en este tipo de casos federales de narcotráfico.
‘Fito’, uno de los criminales más temidos de Ecuador, fue capturado y extraditado tras fugarse de prisión y generar una ola de violencia en el país. Se le atribuye el liderazgo de Los Choneros, grupo acusado de extorsión, sicariato, tráfico de drogas y armas, y de haber colaborado activamente con carteles mexicanos para exportar droga hacia Norteamérica.
Su extradición marca un precedente histórico en la cooperación judicial entre Ecuador y Estados Unidos y representa un duro golpe a las redes transnacionales del narcotráfico.