

El conflicto armado en Sudán sigue escalando. Este miércoles, el Ejército sudanés informó que derribó un avión emiratí que transportaba presuntamente a decenas de mercenarios colombianos. El hecho ocurrió cerca del aeropuerto de Nyala, capital del estado de Darfur Sur, bajo control del grupo paramilitar Fuerzas de Apoyo Rápido (FAR).
Según la televisión oficial sudanesa, al menos 40 mercenarios iban a bordo del avión, el cual también transportaba armas. El aparato fue interceptado durante el aterrizaje, gracias a información de los servicios de inteligencia militar, que habrían seguido su trayectoria desde una base aérea en el Golfo Pérsico.
El Ejército afirmó que este derribo envía "un mensaje claro sobre la soberanía sudanesa" y reiteró que el objetivo es frenar la injerencia extranjera en el conflicto.
Este incidente ocurre días después de que el Gobierno sudanés denunciara públicamente la presencia de mercenarios colombianos luchando junto al grupo FAR. El Ministerio de Exteriores de Sudán aseguró que tiene pruebas de que Emiratos Árabes Unidos estaría financiando y patrocinando a combatientes extranjeros, incluidos colombianos.
“El Ejército posee documentos que demuestran la participación de mercenarios de Colombia”, declaró el gobierno sudanés, según medios locales como Sudan Ajbar y Sudan Tribune.
Sudán vive una guerra interna desde el 15 de abril de 2023, que ha dejado decenas de miles de muertos y ha forzado el desplazamiento de más de 13 millones de personas, convirtiéndose en la peor crisis humanitaria del planeta, según la ONU.
El presidente de Colombia, Gustavo Petro, se pronunció tras conocerse el incidente. A través de su cuenta en X, ordenó a la embajadora en Egipto, Luz Elena Martínez, investigar cuántos colombianos fallecieron en el ataque.
"He ordenado averiguar cuántos colombianos murieron. Se habla, sin confirmar, de 40. Veremos si logramos el retorno de sus cuerpos", escribió el mandatario.
Además, Petro volvió a rechazar el mercenarismo, recordando que su gobierno radicó un proyecto de ley para prohibir el reclutamiento de colombianos como combatientes en conflictos ajenos, como los de Sudán o Ucrania.
“He solicitado mensaje de urgencia para el proyecto de ley que prohíbe el mercenarismo. Es una trata de hombres convertidos en mercancías para matar”, expresó.
La iniciativa busca que Colombia ratifique la Convención Internacional contra el Reclutamiento, la Utilización, la Financiación y el Entrenamiento de Mercenarios, aprobada por la ONU en 1989. El objetivo es prevenir que ciudadanos colombianos sean contratados para guerras extranjeras.
Este no es el primer escándalo que vincula a colombianos en conflictos armados fuera del país. El caso más recordado ocurrió en Haití en 2021, cuando 26 mercenarios colombianos fueron implicados en el asesinato del presidente Jovenel Moise.