

La polémica estalló luego de que Daniel Quintero, precandidato presidencial y cercano al gobierno de Gustavo Petro, cruzara en balsa la frontera entre Colombia y Perú, llegando a la isla Chinería, en la localidad peruana de Santa Rosa de Loreto, donde izó una bandera colombiana.
El acto, grabado y difundido en sus redes sociales, fue acompañado por la frase:
“Santa Rosa es Colombia”.
Este gesto ha sido calificado por analistas como una provocación diplomática grave que compromete la relación bilateral entre Perú y Colombia, afectando décadas de cooperación en la zona de frontera amazónica.
El excanciller y experto en derecho internacional Miguel Rodríguez Mackay aseguró que, en caso de que Quintero vuelva a pisar suelo peruano, las autoridades están facultadas para detenerlo:
“Deberá ser detenido de forma inmediata por la Policía Nacional del Perú y puesto a disposición de la justicia. Cometió un acto violatorio contra la soberanía del Estado”, explicó en declaraciones recogidas por La República.
Rodríguez Mackay subrayó que este tipo de incursiones no solo son reprobables políticamente, sino que también ameritan sanción penal, al atentar contra la dignidad nacional.
En la misma línea, el internacionalista Francisco Belaunde Matossian calificó la conducta de Quintero como un ingreso ilegal al país, lo que justifica una prohibición futura de entrada y, en caso de reincidencia, su detención.
“Está usando esta controversia para ganar votos. Esto no es patriotismo, es oportunismo”, advirtió.
En el plano político, la congresista Patricia Juárez presentó una moción para declarar a Quintero persona no grata, exigiendo al Ejecutivo medidas concretas para evitar nuevos ingresos y defender la integridad territorial.
“¡Esta provocación no quedará impune!”, escribió en su cuenta de X (antes Twitter).
La moción, ingresada el 12 de agosto, solicita activar mecanismos diplomáticos y legales para impedir cualquier intento de vulnerar la soberanía peruana en la Amazonía.
Expertos pidieron a la Cancillería colombiana tomar cartas en el asunto. Belaunde Matossian enfatizó que es necesario advertir a candidatos y líderes políticos colombianos que los asuntos fronterizos deben ser tratados con diplomacia, no con actos unilaterales:
“Este tipo de acciones solo debilitan las históricas relaciones de amistad y cooperación bilateral”.