El Ministerio de Sanidad de Gaza informó este lunes que al menos 98 palestinos murieron y 404 resultaron heridos el domingo tras los bombardeos del Ejército de Israel en la ciudad de Gaza y sus alrededores. Con estas cifras, los fallecidos desde el inicio de la ofensiva, el 7 de octubre de 2023, ya superan los 63.550.
Las tropas israelíes intensificaron sus incursiones en el barrio de Zeitún, donde utilizaron artillería, drones y robots para detonar viviendas, además de rodear la zona de Al Musallaba y la mezquita Ali. Ocho palestinos murieron en un ataque aéreo contra un apartamento, mientras que el Hospital Naser de Jan Yunis reportó la llegada de al menos 25 cadáveres.
Según la agencia oficial palestina Wafa, otros 38 gazatíes fueron abatidos por soldados israelíes mientras esperaban la entrega de alimentos.
A la devastación causada por los bombardeos se suma la crisis alimentaria. El domingo fallecieron nueve personas, incluidos tres niños, por hambruna y desnutrición debido al bloqueo de suministros. Con ello, el total de víctimas por esta causa ascendió a 348, entre ellas 127 menores.
Desde que la CIF (Clasificación Integrada de la Seguridad Alimentaria en Fases) declaró la existencia de hambruna en Gaza el pasado 22 de agosto, se han registrado 70 muertes adicionales, doce de ellas de niños.
Actualmente, 1,6 millones de gazatíes sufren hambre, de los cuales más de 500.000 padecen una situación crítica de privación extrema de alimentos, mientras que el resto se encuentra en estado de crisis alimentaria, según la CIF.
La organización advierte que una hambruna se declara cuando al menos el 20 % de los hogares carece de acceso a alimentos, la desnutrición aguda afecta al 30 % de la población y las muertes alcanzan niveles críticos.