La congresista Lucinda Vásquez, integrante del grupo parlamentario Juntos por el Perú, enfrenta graves acusaciones tras la difusión de un reportaje de Cuadro Poder que muestra a sus asesores parlamentarios realizando labores personales para ella durante su jornada laboral.

En una de las imágenes, se aprecia a Edwars Rengifo Pezo, asesor de confianza y familiar de Vásquez, cortándole las uñas de los pies dentro de su despacho congresal mientras porta su carné oficial del Parlamento. Este hecho, según el medio, ocurrió durante el horario de trabajo y dentro de instalaciones oficiales.

El reportaje también menciona que otros trabajadores del despacho fueron obligados a prepararle desayuno y cocinarle en su casa, lo que constituiría un uso indebido de personal pagado con fondos públicos. Las imágenes, registradas en enero de 2023, evidencian —según Infobae— un patrón de abuso de poder y maltrato laboral.

Ante las denuncias, la congresista Lucinda Vásquez negó haber forzado a sus trabajadores, asegurando que “no obligo a nadie”. Sin embargo, no ofreció explicaciones concretas sobre el contexto de las fotografías ni sobre las denuncias adicionales de manipulación de personal.

No es la primera vez que Vásquez enfrenta cuestionamientos. En mayo pasado, fue señalada por contratar a familiares en su despacho y por presuntamente recortar sueldos de asesores para beneficio propio, situación que ya había motivado pedidos de investigación en la Comisión de Ética Parlamentaria.

Expertos en derecho y transparencia pública coinciden en que el uso de personal del Estado para labores domésticas o personales podría constituir el delito de peculado de uso, además de vulnerar los principios de probidad y conducta funcional de un congresista.

El caso ha causado indignación en redes sociales y reaviva el debate sobre los límites éticos y la impunidad en el Congreso de la República, en un contexto de creciente desconfianza ciudadana hacia la clase política.