El presidente de la República, José Jerí, cuestionó este martes la vigencia del Plan Nacional de Seguridad Ciudadana al calificarlo como “un plan de escritorio y lejano a la realidad”. En su visita a la sede del Ministerio del Interior, declaró que el marco normativo vigente “no nos sirve” y adelantó que desde su Gobierno se evaluará su derogación.
Jerí explicó que el plan actual, diseñado en etapas anteriores como 2013 o 2018, responde a una lógica “mucho más operativa” que la actual, lo cual lo hace incompatible con los retos que presenta la delincuencia hoy en el país. “Debemos dejar de tener planes de escritorio y tener planes que verdaderamente respondan a la realidad del día de hoy, con visión de futuro”, subrayó.
Durante el acto, que incluyó la entrega de chalecos antibalas, fusiles y otros equipos para la Policía Nacional del Perú, el mandatario detalló que se reforzará la dotación logística en el marco del estado de emergencia ya vigente. No obstante, insistió en que sin un plan estratégico ajustado a los tiempos actuales, la operatividad policial y las políticas de seguridad carecerán de impacto real.
La declaración pone sobre la mesa un giro importante en la política de seguridad del país, al apuntar la posibilidad de dar por concluido un instrumento clave que ha guiado diversas acciones de prevención del delito en los últimos años. El Gobierno y el Congreso deberán ahora determinar qué nuevas estrategias adoptarán para reemplazar el plan cuestionado.
La evaluación de la derogación del plan actual abre además un debate sobre la necesidad de diseñar un marco que vincule herramientas operativas con datos actualizados, inteligencia policial y enfoques territoriales adaptados, para combatir con eficacia la inseguridad ciudadana.
La presión sobre este tema llega en un momento crítico para el país, marcado por altos índices de delincuencia y un reclamo creciente de la ciudadanía por resultados tangibles en materia de seguridad.