La reciente decisión de la Comisión de Energía y Minas del Congreso de ampliar el Reinfo hasta el 31 de diciembre de 2027 ha generado preocupación en el sector empresarial. Jorge Zapata, presidente de la Confederación Nacional de Instituciones Empresariales Privadas (CONFIEP), señaló que la medida “no es una buena noticia”, pues prolonga un esquema que no ha demostrado avances reales en formalización y que, por el contrario, abre la puerta al crecimiento de actividades ilegales.

Según Zapata, cada ampliación del Reinfo repite un patrón ya conocido: miles de mineros esperan hasta el último momento para cumplir con los requisitos y luego solicitan nuevas prórrogas. “Es lo que ha estado pasando durante los últimos años”, afirmó. De mantenerse las mismas condiciones, advirtió, esta dinámica se repetirá en 2026 y 2027.

El titular de la CONFIEP recordó que el Reinfo nació como un mecanismo temporal para ordenar la minería informal, pero los resultados continúan siendo “mínimos”. “Venimos extendiendo y extendiendo el Reinfo y los resultados son pocos”, afirmó.

Minería informal e ilegal: una frontera cada vez más difusa

Zapata indicó que la actividad informal, tal como opera hoy, está estrechamente vinculada con la minería ilegal, lo que dificulta establecer límites claros entre ambas. Esta cercanía, señaló, crea un entorno ideal para operaciones que escapan completamente al control del Estado.

Los riesgos no son solo económicos. Para el presidente de la CONFIEP, el impacto principal está en el ámbito social y de seguridad ciudadana. “La minería informal genera violencia, genera inseguridad”, sostuvo, recordando que estas actividades suelen desarrollarse en zonas donde las mafias ejercen control territorial.

A ello se suman las precarias condiciones laborales de miles de mineros informales, expuestos a accidentes, falta de equipos adecuados y contacto directo con gases y polvo tóxico. “Estamos con un trabajo de centurias atrás, y esto no puede ser”, enfatizó.

Zonas protegidas en riesgo y requisitos mínimos

Otro punto crítico es la presencia de mineros inscritos en el Reinfo dentro de zonas protegidas como Tambopata (Madre de Dios), Nasca o áreas restringidas de Lima y Arequipa. Según Zapata, estas situaciones podrían aumentar debido a la flexibilización de plazos y la falta de verificación rigurosa.

El especialista cuestionó también la debilidad de los requisitos exigidos por el Reinfo. “Es un proceso demasiado informal y con cero requisitos”, advirtió. Esta laxitud permite que un minero se registre para operar en una zona, pero termine explotando otra sin control alguno.

Además, los insumos químicos y explosivos adquiridos legalmente gracias al Reinfo pueden desviarse hacia actividades ilegales en la Amazonía, en zonas como La Pampa, Puerto Inca o diversos ríos afectados por la minería aurífera aluvial. “Pueden usar los explosivos y los insumos químicos que se obtienen a través del Reinfo para llevarlos a otro lado”, alertó.

Un 2027 incierto para la formalización minera

Si bien el Ejecutivo espera que los más de 30 mil mineros inscritos aceleren su proceso de formalización, desde CONFIEP las dudas persisten. Zapata recordó que, aunque ya no se reincorporarán los 50 mil expedientes retirados, la cifra actual sigue reflejando un sistema sin avances sustantivos.

“La informalidad minera seguirá creciendo si no se aplican controles estrictos y reglas claras”, señaló. Aunque espera que al 2027 la situación mejore, reconoció que la experiencia de años anteriores no permite ser optimistas.

La nueva ampliación del Reinfo, por tanto, abre un periodo marcado por incertidumbre, con un diagnóstico que se repite: la formalización avanza muy poco, mientras la minería ilegal y sus impactos sociales continúan expandiéndose en diversas regiones del país.