La discusión sobre la publicidad dirigida a menores vuelve al centro del debate parlamentario con una nueva propuesta que apunta a restringir los anuncios de productos no saludables. El proyecto plantea una prohibición amplia para evitar que niñas, niños y adolescentes sigan expuestos a mensajes comerciales que influyen directamente en la adopción de hábitos alimentarios perjudiciales desde edades tempranas.
La iniciativa —presentada por el congresista Jhaec Espinoza Vargas— busca cerrar brechas en la regulación actual, especialmente ante el creciente peso de las plataformas digitales e influenciadores juveniles. El documento señala que los menores no cuentan aún con la madurez suficiente para distinguir entre contenido informativo y publicitario, convirtiéndolos en un público especialmente vulnerable.
Alcance de la prohibición publicitaria
La propuesta establece que ningún anuncio de productos con grasas trans o altos niveles de azúcar, sodio o grasas saturadas podrá dirigirse a menores de 16 años, sin importar el medio: televisión, radio, cine, internet, redes sociales o espacios físicos. El planteamiento incluye también promociones, sorteos y activaciones comerciales.
Uno de los puntos centrales es la prohibición absoluta de cualquier anuncio en entornos educativos, tanto dentro de colegios como en sus alrededores. Además, se plantea limitar la emisión a horario nocturno, permitiendo su difusión únicamente entre las 22:00 y las 06:00 horas.
Advertencias obligatorias y fiscalización
Toda publicidad deberá incluir mensajes visibles que adviertan al consumidor: "Alto en (sodio / azúcar / grasas saturadas): evitar su consumo excesivo" y "Contiene grasas trans: evitar su consumo". La supervisión quedaría en manos del Indecopi, a través de la Comisión de Fiscalización de la Competencia Desleal, empleando infraestructura institucional existente.
Fundamentos sanitarios e internacionales
El documento sostiene que la exposición constante a estímulos comerciales impacta directamente en los patrones de consumo infantil. La regulación actual se ha quedado corta frente a nuevas modalidades digitales, donde redes sociales y aplicaciones móviles emplean sistemas de segmentación dirigidos a perfiles menores de edad.
Desde el punto de vista epidemiológico, el país registra un aumento sostenido de enfermedades crónicas en menores, como diabetes tipo 2 y obesidad. El proyecto menciona experiencias internacionales: Chile prohíbe publicidad a menores de 14 años; México, Reino Unido, Canadá y España también han reducido significativamente la exposición de menores a anuncios de productos ultraprocesados.
Impacto esperado
De acuerdo con la iniciativa, prohibir la publicidad de estos productos reducirá la presión comercial sobre menores, respaldará la educación nutricional impartida en colegios y disminuirá tensiones en decisiones familiares. Asimismo, evitar la exposición temprana contribuiría a reducir costos futuros del sistema de salud. El proyecto concluye que se trata de una norma viable, proporcional y necesaria para fortalecer la protección de la niñez en un entorno donde la publicidad es cada vez más sofisticada.