Con más de 15 millones de usuarios activos, Yape se ha convertido en la billetera digital más usada del país. Sin embargo, su masificación también ha traído retos, especialmente frente al riesgo de que cuentas sean usadas para cobro de cupos y extorsiones, una preocupación ya advertida por el Congreso en un reciente proyecto de ley.
Para enfrentar este problema, la aplicación lanzó una nueva función que permite reportar cuentas sospechosas directamente desde el aplicativo, de manera anónima y sencilla.
Los usuarios podrán enviar un reporte siguiendo estos pasos:
Ingresa a tu cuenta de Yape.
Selecciona el movimiento o transferencia que deseas reportar.
Haz clic en “Necesito ayuda”.
Elige la opción “Reportar extorsión” y detalla el caso.
Estos reportes serán revisados por el equipo de seguridad y permitirán brindar información a las autoridades para sus investigaciones. Yape advierte que reportar falsamente un caso es un delito.
“El lanzamiento de esta funcionalidad busca proteger la seguridad de los yaperos. Cada denuncia será evaluada cuidadosamente”, señaló Raimundo Morales, CEO de Yape.
Con los nuevos Términos y Condiciones, el BCP confirma que tendrá facultades para cancelar o suspender cuentas involucradas en actividades como fraude, estafa, acoso o extorsión. A diferencia de las cuentas cerradas por inactividad, las personas sancionadas por delitos podrían no volver a afiliarse a Yape.
El documento precisa que el banco actuará cuando detecte conductas contrarias a la buena fe, incluyendo “operaciones inusuales, acoso, hostigamiento, extorsión o agresión”.
Paralelamente, un proyecto de ley presentado por la congresista María Antonieta Agüero (Perú Libre) plantea que los usuarios puedan aceptar o rechazar las transferencias que reciben.
La propuesta busca garantizar el consentimiento previo del usuario y evitar que las cuentas digitales sean utilizadas para operaciones no consentidas, extorsivas o fraudulentas.
El documento sostiene que, aunque la expansión de las billeteras digitales ha impulsado la inclusión financiera, también ha abierto espacio a nuevas modalidades de estafa y extorsión, por lo que urge reforzar la protección al usuario.