La cifra de muertos por el incendio que consume varios bloques de viviendas en el distrito de Tai Po, en Hong Kong, aumentó a 12, mientras que 16 personas resultaron heridas y un número aún indeterminado permanece atrapado, informó el South China Morning Post.
Según los reportes policiales iniciales, se habían registrado cuatro fallecidos, pero el número se incrementó rápidamente debido a la magnitud del siniestro. Entre las víctimas hay ocho mujeres, tres hombres y un bombero que participaba en las labores de rescate.
El fuego lleva más de seis horas activo y afecta al menos a cuatro edificios del complejo residencial Wang Fuk Court.
Residentes del vecindario expresaron su indignación por la aparente lentitud en la extinción del incendio. Una vecina de apellido Cheung declaró que “los edificios arden en cadena y nadie parece apagarlos”, y recordó que en obras cercanas se habían impuesto multas por trabajadores que fumaban en zonas restringidas.
Las autoridades enfrentan dificultades para ingresar a los edificios: un alto mando policial de Tai Po confirmó que, al no estar controlado el fuego, no es posible realizar registros piso por piso, lo que impide confirmar cuántas personas permanecen dentro.
En paralelo, organizaciones de rescate animal alertaron sobre el impacto del incendio en mascotas que permanecían dentro de las viviendas. El Hong Kong Pet Club estima que más de un centenar de animales podrían estar atrapados. La entidad desplegó dos ambulancias veterinarias para apoyar el rescate.
En señal de respeto a las víctimas, el partido Democratic Alliance for the Betterment and Progress of Hong Kong (DAB) anunció la suspensión de todas sus actividades de campaña de cara a las elecciones legislativas próximas.
El incendio comenzó en el andamiaje exterior de varios pisos y fue clasificado inicialmente como alarma de nivel 1. Sin embargo, escaló a nivel 4 a las 15:34 (hora local), una categoría que refleja alta peligrosidad y requiere un despliegue masivo de bomberos.
El complejo Wang Fuk Court, donde ocurrió el siniestro, está en un proceso de renovación valorizado en 330 millones de dólares hongkoneses (42 millones de dólares). Ese proyecto generó descontento entre numerosos residentes el año pasado.
El conjunto alberga 1 984 viviendas, donde residen cerca de 4 000 personas.
El incidente volvió a encender el debate sobre la seguridad del andamiaje de bambú, una práctica común en Hong Kong por su ligereza y bajo costo, pero asociada a riesgos cuando se combina con materiales inflamables o fuentes de ignición externa.
En contextos de alta densidad urbana y climas secos, estos factores pueden amplificar el riesgo de incendios de gran magnitud.