El devastador incendio que afectó este miércoles a un complejo residencial de Hong Kong ha dejado 55 fallecidos, 68 heridos hospitalizados—16 en estado crítico y 25 graves—y al menos 279 personas desaparecidas, según el balance actualizado de los servicios de emergencia.
El siniestro arrasó siete de los ocho bloques de 31 pisos del complejo Wang Fuk Court, ubicado en el distrito de Tai Po, y ya es considerado el peor incendio urbano en tres décadas en la región.
El incendio comenzó en uno de los edificios y se extendió rápidamente debido a los andamios de bambú utilizados para las obras de renovación exterior iniciadas en julio de 2024. Estos andamios estaban cubiertos con mallas de seguridad, lonas impermeables y planchas de poliestireno expansivo, materiales que actuaron como combustible y aceleraron la propagación.
Las autoridades calificaron de “inusual” la velocidad del fuego y confirmaron la presencia de poliestireno altamente inflamable dentro de los bloques.
Tras casi 10 horas de operaciones, seis de los siete incendios estaban bajo control esta mañana, aunque los bomberos aún trabajaban en extinguir los últimos focos.
El Departamento de Bomberos movilizó 1 250 efectivos, 304 vehículos, 26 equipos especializados y cuatro drones para vigilancia aérea. El avance continúa piso por piso, mientras los mandos advierten del riesgo de colapso parcial del andamiaje, del cual ya han caído fragmentos.
La Policía detuvo a dos directores y un consultor de ingeniería de la empresa contratista responsable de las obras, acusados de homicidio imprudente por emplear materiales que habrían facilitado la rápida expansión del incendio.
Además, se allanaron las oficinas de la administradora del complejo y la vivienda de uno de los sospechosos, mientras sigue la investigación para determinar el origen del siniestro.
El jefe del Ejecutivo, John Lee, calificó el hecho como una “catástrofe masiva” y anunció la suspensión de todos los actos de campaña previos a las elecciones al Consejo Legislativo del 7 de diciembre. Incluso dejó abierta la posibilidad de reprogramar los comicios.
Durante una reunión interdepartamental, Lee ordenó inspecciones inmediatas en todas las urbanizaciones con obras en curso para revisar la seguridad del andamiaje y los materiales utilizados.
El desastre supera ampliamente el incendio del edificio comercial Garley de 1996, que dejó 41 fallecidos y que hasta hoy era considerado el peor siniestro urbano en tiempos de paz en Hong Kong.