La frontera entre Perú y Chile enfrenta uno de sus momentos más críticos en los últimos meses. Desde la madrugada de este viernes 28 de noviembre, decenas de migrantes se concentran en la línea La Concordia, a la espera de atención en el complejo fronterizo de Santa Rosa (Tacna).
El flujo de personas aumentó tras el reciente anuncio del candidato presidencial chileno José Antonio Kast, quien aseguró que, de ganar las elecciones, impulsará la expulsión de extranjeros en situación irregular. Su visita a la propia línea fronteriza y sus declaraciones públicas generaron un efecto inmediato: cientos de migrantes comenzaron a salir de Chile rumbo a otros países, incluido Perú como paso de tránsito.
“Estoy esperando para ver si me dejan pasar porque yo solo voy de pasada. Soy de Ecuador”, declaró una de las ciudadanas a Buenos Días Perú. Como ella, muchos buscan regularizar su situación antes de abandonar Chile, incluso si ingresaron de forma irregular al territorio peruano.
Las esperas comenzaron desde la noche anterior. La mayoría de personas son mujeres, niños y familias que buscan sellar su salida de Chile y continuar hacia sus países de origen. La atención de Migraciones inicia recién a las 08:00 a.m., lo que ha provocado incomodidad y tensión entre quienes pasan horas a la intemperie, sin servicios básicos.
“Hay personas desde anoche, llorando, muertos de hambre, aquí toda la noche esperando”, denunció una extranjera embarazada.
“Estoy que me orino y no puedo orinar. Los niños llorando de hambre. Mujeres, todo”, relató, evidenciando la precariedad y el cansancio que envuelven a la zona fronteriza.
Otra ciudadana recalcó que su intención no es permanecer en Perú:
“Nosotros lo que queremos es regresar a nuestro país. No nos vamos a quedar en ningún Perú”.
Ante el aumento del flujo migratorio, el Gobierno peruano reforzó la seguridad en los hitos fronterizos. Desde ayer, la Policía Nacional del Perú patrulla de manera constante la línea La Concordia y el complejo Santa Rosa.
El general Valverde, jefe policial de Tacna, confirmó que se duplicó el número de agentes y unidades vehiculares para custodiar la zona.
En paralelo, el presidente peruano José Jerí anunció la inminente declaración de estado de emergencia en las zonas limítrofes, lo que permitirá el despliegue adicional de las Fuerzas Armadas para el control documentario en más de 100 kilómetros de frontera.
La mañana de este viernes la crisis escaló aún más. Un grupo de migrantes bloqueó de manera temporal el pase entre Perú y Chile, impidiendo por cerca de una hora la entrada y salida de vehículos.
Como resultado, más de un centenar de unidades quedaron varadas del lado chileno y varias decenas en el lado peruano, generando largas filas y tensión entre los viajeros.
Los manifestantes colocaron maderas, equipaje, piedras y colchones en la línea de frontera. El bloqueo se levantó parcialmente tras la intervención de Carabineros de Chile, quienes lograron negociar una tregua para permitir el tránsito vehicular.
Sin embargo, los migrantes advirtieron que mantendrán bloqueos intermitentes hasta recibir una respuesta clara de las autoridades peruanas que les permita continuar su viaje.