El presidente estadounidense Donald Trump mantuvo una conversación telefónica con su homólogo venezolano, Nicolás Maduro, la semana pasada para discutir la posibilidad de una reunión en Estados Unidos, según reportó The New York Times citando fuentes anónimas conocedoras del tema.
La llamada, que también contó con la participación del secretario de Estado Marco Rubio, no derivó en planes concretos, y el diario estadounidense no ofreció más detalles sobre los temas abordados. La conversación ocurrió días antes de que el Departamento de Estado designara como grupo terrorista al llamado Cartel de los Soles, vinculado por Washington al Gobierno de Maduro. Caracas negó esa acusación, calificándola de “invento”.
Hasta el momento, ni Estados Unidos ni Venezuela han confirmado o desmentido públicamente la existencia de la llamada.
La noticia sale a la luz un día después de que Trump advirtiera que las Fuerzas Armadas de EE. UU. “empezarán muy pronto” operaciones terrestres para detener a presuntos “narcotraficantes venezolanos”, luego de semanas de acciones militares en el mar Caribe, donde Estados Unidos ha bombardeado más de 20 lanchas y reportado más de 80 muertos.
En una llamada por Acción de Gracias con militares, Trump aseguró:
“Empezaremos a detenerlos por tierra. Por tierra es más fácil”.
A pesar de ese tono confrontacional, el mandatario afirmó esta semana que “podría hablar para salvar muchas vidas” con Maduro, una señal que fue recibida como positiva por las autoridades venezolanas. El fiscal general, Tarek William Saab, dijo que tal diálogo sería “bienvenido”.
La revelación surge luego de reportes en octubre que señalaban presuntas gestiones de Caracas para acercarse a la Administración Trump.
Miami Herald indicó que la vicepresidenta Delcy Rodríguez habría propuesto un gobierno de transición sin Maduro.
The New York Times reportó que Venezuela ofreció abrir su petróleo y oro a compañías de EE. UU. y redirigir exportaciones desde China hacia Norteamérica.
Las tensiones se intensificaron desde el 16 de noviembre, cuando EE. UU. desplegó en el Caribe su mayor portaaviones, el USS Gerald R. Ford, y el lunes realizó demostraciones de ataque con bombarderos B-52H.