El papa León XIV hizo este martes un llamamiento urgente para que cesen los ataques y las hostilidades en Medio Oriente, durante su discurso de despedida en el aeropuerto de Beirut, antes de regresar a Roma. El pontífice advirtió que “la lucha armada no conlleva ningún beneficio” y remarcó que “las armas matan; la negociación, la mediación y el diálogo edifican”.
Desde la capital libanesa, el papa pidió que toda la región se comprometa con la paz, incluso quienes hoy se consideran enemigos. “Elijamos la paz como camino, no solo como meta”, expresó ante autoridades y fieles.
Durante su visita, León XIV expresó su satisfacción por haber cumplido el deseo del papa Francisco de llegar al Líbano. Se mostró especialmente conmovido tras su visita al puerto de Beirut, donde rezó por las víctimas de la explosión que afectó a cientos de familias. Allí reiteró que el país enfrenta pobreza, sufrimiento y profundas heridas.
En su misa ante unas 150.000 personas, el pontífice pidió: “Líbano, sé morada de justicia y fraternidad; profecía de paz para todo el Levante”. Recorrió la explanada en papamóvil cubierto, en medio del entusiasmo de la comunidad católica, que hoy representa menos del 30% de la población.
León XIV sostuvo que la belleza del país está ensombrecida por las crisis sociales y económicas, e instó a los libaneses a no ceder a la violencia ni a la idolatría del dinero. También dirigió un saludo especial a las zonas que no pudo visitar, como Trípoli, el norte, la Becá y el sur, donde persisten el conflicto y la incertidumbre.
El papa finalizó su visita al Líbano después de una primera escala en Turquía, en el que fue su primer viaje internacional desde su elección.